Memoriza: «Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.» 1 Samuel 2:30
Lee: Deuteronomio 30:15 – 20
15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, 18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. 19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; 20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.
BIBLIA EN UN AÑO: Números 16 – 17
MENSAJE
Como explicamos ayer, el hecho de que el hombre fue creado a imagen de Dios le da poder para ser grande en la vida. Sin embargo, hemos visto que las promesas de Dios no se manifiestan necesariamente en las vidas de las personas hasta que se cumplen unas condiciones asociadas. Salmos 33:8 – 9 dice, «Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió.» Números 23:19 dice, «Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?» Marcos 13:31 dice, «El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.». Además Isaías 55:11 dice, «así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.»
Desafortunadamente a pesar del plan del Dios para el hombre para que éste sea grande, no todo el mundo llega a serlo por varias razones. En el caso de Caín en Génesis 4:10 – 14, él fracasó lamentablemente porque permitió que los celos y el odio le llevaran a cometer un asesinato, y esto le llevó a ser maldecido por Dios. En 1 Samuel 2:30 – 35, dos jóvenes profetas estaban ya de camino al éxito, simplemente por ser los hijos de Eli, pero perdieron su oportunidad estropeando las cosas sagradas, causando así la profanación del altar de Dios y haciéndose a ellos mismos hijos de Belial. Todos ellos murieron miserablemente y además el mismo día. En el caso de Gehazi en 2 Reyes 5:20 – 28 él estaba encaminado a convertirse en el profeta más grande de la nación en su tiempo, pero lo arruinó todo con la avaricia. Él acabó perdiendo su gloriosa oportunidad de ser un honrado siervo de Dios y también heredó la lepra de Naamán. Judas Iscariote fue al principio contado entre los doce discípulos que aprendieron a los pies de Jesús durante todo Su ministerio en la tierra. Sin embargo, él permitió que la avaricia le dominara y entregó a su Maestro por treinta piezas de plata.
No obstaculices el cumplimiento de las promesas de Dios en tu vida, oro porque lo entregues todo a Jesucristo y te apoyes firmemente en Él. Las promesas de Dios se cumplirán en tu vida, en el nombre de Jesús.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, sostenme con Tu poder hasta el final, en el nombre de Jesús.