Estudio Biblico

POSICIÓNATE I

INTRODUCCIÓN

Piensa en el policía de tráfico. Su más heroica demostración de fuerza no puede parar un coche que se mueve a alta velocidad. Aún así, se posiciona firmemente en medio de la carretera, levanta su mano y el tráfico se para. De la misma manera, un Cristiano que se posiciona firmemente por su Señor tiene autoridad para parar todo el tráfico satánico en su vida, Lucas 10:19. Que el Señor nos conceda la gracia para posicionarnos firmemente por Él a medida que estudiamos esta serie en el nombre de Jesús. Amén.

EL PODER QUE NOS RESPALDA ES MÁS GRAND QUE EL DEL ENEMIGO, Y ÉSTE LO SABE.

Todos los poderes le pertenecen a Jesucristo y Él ha delegado esos poderes en nosotros. El diablo sabe esto y tiembla cada vez que lo piensa. Si realmente estas unido a Cristo, entonces cualquier poder que tiene Cristo te pertenece. Dondequiera que esté la Cabeza, ahí es donde debe estar el cuerpo también, y Cristo está sentado a la diestra del trono de Dios. Y ese es el cento de poder de todo el universo. Las razones por las cuales algunos Cristianos siguen avivando una mentira que ya ha sido derrotada son por lo tanto, y principalmente por:

  • Falta de comprensión de esta verdad.
  • Su posicionamiento por Dios no es firme y se tambalea.

Mateo 28:18; Efesios 1:22; I Juan 4:4; Santiago 2:19; Efesios 1;20-21; Filipenses 2:9-11;I Corintios 12:27; I Corintios 6:17; Hebreos 1:13; Efesios 1:6-19; Juann 14:12; Santiago 4;7; Santiago 1:6-8.

EL DIABLO PUEDE CONTROLAR SOLO A AQUELLOS QUE NO ESTÁN FIRMEMENTE POSICIONADOS EN CRISTO

Algunas personas piensan que el diablo está en control de todo en este mundo, pero están equivacadas. Él nop uede controlarte si tu no eres de este mundo, porque él es príncipe de este mundo y aquellos que aman al mundo. Dios ya ha destruido las obras del diablo en las vidas de aquellos que verdaderamente le pertenecen a Él. Todo lo que se requiere de nosotros es que nos mantengamos firmes en Cristo y continuemos reinando en vida con Cristo. En cuanto al diablo, él está ciertamente bajo nuestros pies, si nosotros realmente somos de Cristo.

Juan 15:19; Juan 14:30; Juan 2:15-17; Colosenses 1:12-13; Lucas 10:19; Romanos 5:17; I Pedro 5:8; Efesios 4-.27; Hebreos 1:13-14; Mateo 18:18.