DÍA 22: 1 DE FEBRERO DE 2022
TEMA: ORACIÓN POR EL MINISTERIO DE ORACIÓN EN LA IGLESIA CRISTIANA REDIMIDA DE DIOS – PARTE 1
TEXTO BÍBLICO: HECHOS 6:4; LUCAS 18:1
La Iglesia Cristiana Redimida de Dios es una iglesia cuyo fundamento se caracterizaba de actividades de intensa oración. El ministerio de oración ha crecido inmensamente pero las oraciones intensas siguen siendo necesarias para que el fuego siga ardiendo en la iglesia.
GUÍA DE ORACIÓN
Espíritu Santo, gracias por el ministerio de oración en la iglesia Cristiana Redimida de Dios. Mateo 16:18; Isaías 40:2 – 8.
Padre, gracias por cada miembro del ministerio de oración, porque no nos ha entregado presa del enemigo. Salmos 124:6 – 7.
Padre, gracias por el liderazgo del Pastor Presidente en la Iglesia Cristiana Redimida de Dios. Salmos 32:11, Salmos 45:7, Proverbios 4:18, salmos 126:24
Padre, gracias por el liderazgo del ministerio de oración. Salmos 57:7, Isaías 41:95
Padre, gracias por hacernos herramientas en tus manos para orar. Salmos 50:146.
Padre perdona nuestros pecados individualmente y colectivamente. Isaías 1:11 – 13, Proverbios 28:13
Padre, puesto que no podemos estar en el lugar de oración con manos impuras por favor límpianos de todos nuestros pecados. Isaías 1:18 – 19
Padre, por favor ayúdanos a vivir en santidad. Salmos 51:7
Padre, por favor ayuda al ministerio de oración a no orar equivocadamente. Santiago 5.16
Padre, por favor ayúdanos a ser competentes en el área que se nos ha asignado. Salmos 122:6
Padre, por favor ayuda al ministerio de oración a ser capaz de cumplir el papel, la tarea que se depositado en ellos. Isaías 48:15
Padre, por favor sostén la mano de cada miembro del ministerio de oración de la Iglesia Cristiana Redimida de Dios. Colsenses 4:12
Padre, al mantenerse ellos en la brecha por la iglesia, que el cielo se levante por ellos. Salmos 19:13
Padre, por favor sostén a las familias de los miembros del ministerio de oración. Zacarías 8:12
Padre, por favor, no permitas que las obras de los miembros del ministerio de oración sufran pérdidas o sean quemadas, en el nombre de Jesús. Lucas 5:8 – 10.