Devocional Cielos Abiertos

QUE SE HAGA LA LUZ VII

Memoriza: « Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.» 2 Corintios 4:6

Lee: Esther 2:5 – 9

Había en Susa residencia real un varón judío cuyo nombre era Mardoqueo hijo de Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, del linaje de Benjamín; el cual había sido transportado de Jerusalén con los cautivos que fueron llevados con Jeconías rey de Judá, a quien hizo transportar Nabucodonosor rey de Babilonia. Y había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque era huérfana; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adoptó como hija suya.

Sucedió, pues, que cuando se divulgó el mandamiento y decreto del rey, y habían reunido a muchas doncellas en Susa residencia real, a cargo de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey, al cuidado de Hegai guarda de las mujeres. Y la doncella agradó a sus ojos, y halló gracia delante de él, por lo que hizo darle prontamente atavíos y alimentos, y le dio también siete doncellas especiales de la casa del rey; y la llevó con sus doncellas a lo mejor de la casa de las mujeres.

BIBLIA EN UN AÑO: Éxodo 18 – 21

MENSAJE

«Que se haga la Luz» puede significar «Que brille la belleza». La oscuridad es fea, y la belleza no se muestra ni se aprecia en la oscuridad. Por ejemplo, cuando la oscuridad envuelve a una mujer hermosa, nadie puede ver o apreciar su belleza. En cambio, cuando la luz de Dios brilla sobre la misma persona, su belleza será vista y apreciada por todos.

En nuestra lectura Bíblica de hoy, leemos de la luz de Dios brillando sobre la esclava Esther, que después se convirtió en reina. El secreto es la luz de Dios que brilló sobre ella – nada más. Nadie aprecia la belleza en la oscuridad. Por ejemplo, durante el día, Jacob admiraba a Raquel tanto que la eligió a ella en vez de a su hermana mayor. Sin embargo, cuando la oscuridad vino y Lea fue presentada ante él, él no supo quien era hasta la mañana siguiente (Génesis 29:16 – 19, 23 – 26).

Hay un dicho que dice, «La belleza está en los ojos del que mira». Lo que muchos no saben es que la belleza es sinónimo de luz. Aquella que tiene la luz de Dios en ella, es la que luce bella. Había una mujer que era bella en el sentido real de la palabra. Era una mujer con una belleza no solo para admirar sino también para ser deseada como esposa. Sin embargo, su marido la convirtió en un saco de boxeo. Su marido la repudiaba, a pesar de su belleza y logros. La verdad del asunto era que la oscuridad había escondido su belleza de tal manera que su marido no podía apreciarla. La conclusión del asunto se encuentra en el versículo a memorizar de hoy.

¿Quieres que toda forma de oscuridad y maldad de vayan de tu vida? ¿Quieres que la luz de Dios brille e irradie su gloria sobre ti?

Decídete a entregarlo todo a la Luz – Jesucristo, y la luz de Dios brillará sobre ti. Entrega todo al Padre de luces hoy y toda oscuridad ensombreciendo tu visión que no te deja ver y apreciar Su gloria, huirá, en el poderoso nombre de Jesús.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, que Tu luz brille sobre mi y revele Tu gloria sobre mi vida, en el nombre de Jesús.