VERSÍCULO A MEMORIZAR: «porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.» 1 Timoteo 4:5
PASAJE BÍBLICO: 1 Timoteo 4:13 – 16
13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
15 Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.
16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
INTRODUCCIÓN
La semana pasada, estuvimos hablando de las tres formas mediante las cuales una persona puede obtener conocimiento espiritual. Buscando, profundizando y estudiando. A parte de cómo obtener conocimiento espiritual, también aprendimos que estudiar la palabra de Dios nos lleva a la aprobación divina, la vida en santidad y el aprender de los errores de otros. Sin embargo, algunos misterios de Dios no pueden conocerse a través de la mera búsqueda, la profundización, o el estudio. Por lo tanto, en esta tercera parte de nuestra seria aprenderemos otra formas de obtener conocimiento espiritual.
MEDITACIÓN
La meditación es más profunda que el estudio. Meditar en la palabra de Dios implica, «comerla», «masticarla» y regurgitar en ella, de tal manera que se vuelve parte de nuestro espíritu y nuestra vida. Esto es lo que dios mismo recomendó a Josué (Josué 1:8), y la Biblia lo confirma como una forma segura de ser bendecido por Dios (Salmos 1:1 – 3). La meditación toma tiempo pero todas las cosas buenas toman su tiempo, y la dulzura que se obtienen de la meditación en la palabra de Dios compensa más que el tiempo empleado para ello (Salmos 104:34). Uno de los mejores momentos para meditar es por la noche (Salmos 63:6).
Medita en las obras de Dios (Salmos 8:3- 4) y las lecciones de la naturaleza (Mateo 6:28 – 22) y empezarás a obtener un atisbo del misterio del renacer, a medida que te das cuenta de cuán todopoderoso es el Rey de reyes, y cómo nada es imposible para Él. Medita en los sufrimientos de Cristo (Hebreos 12:3) y quizás dejes de hacer preguntas sobre el misterio de la Novia de Cristo y sigas adelante, siendo agradecido de que eres parte de ello. Medita en el fin de la vida (Deuteronomio 32:7) y estarás agradecido de que cuando entres a la eternidad estarás con Jesucristo.
ESPERAR EN EL SEÑOR
No todas las verdades pueden ser conocidas por medio de la búsqueda y la profundización (Eclesiastés 3:11). Sin embargo, lo que no puedes obtener buscando o profundizando, puedes conseguirlo simplemente esperando en el Señor (Isaías 40:28 -31). Buscar y profundizar quizás pueda ser cansado. Esperar es refrescante y renovador.
Además, el Señor promete enseñar a aquellos que esperan en Él (Salmos 25:5). Incluso si no te mereces la información, Él te la dará por causa de Su abundante misericordia (Salmos 123:2).
Por lo tanto, aprender a esperar en el Señor y al esperar en Él, hazlo con expectativas y aprendiendo algo misterioso, algo profundo, y algo beneficioso. Él no decepcionará al que espera con expectación. (Salmos 62:5 – 6).
CONCLUSIÓN
Una combinación de esperar en el Señor y meditación en Su palabra ciertamente abrirá muchas puertas espirituales cerradas y te conducirá a la habitación secreta del conocimiento espiritual (isaías 8:17). Los caminos del Señor son maravillosos y sencillos al mismo tiempo.
PREGUNTAS
- Nombra algunas cosas en las que puedes meditar.
- ¿Cuáles son los beneficios de esperar en el Señor?
OTRA LECTURA
- LUNES: Salmos 77:12
- MARTES: Salmos 119:15, 99
- MIÉRCOLES: Salmos 4:4
- JUEVES: Job 37:14
- VIERNES: Hageo 1:5 – 6
- SÁBADO: Salmos 27:14
- DOMINGO: Proverbios 24:14
TAREA: Identifica cinco formas de vencer las distracciones cuando estás estudiando la palabra de Dios.