Devocional Cielos Abiertos

QUE SE HAGA LA LUZ II

Memoriza: quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.” 1 Pedro 2:24

Lee: Mateo 9:1 – 7

Jesús sana a un paralítico

Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema. Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. Entonces él se levantó y se fue a su casa.

BÍBLIA EN UN AÑO: Éxodo 2 – 4

MENSAJE

Una de las consecuencias del pecado es la enfermedad. Cuando la oscuridad del pecado desaparece, la enfermedad se va con ella. Las palabras “Hágase la luz” pueden significar “Que haya sanidad” porque la enfermedad es una forma de oscuridad. Jesucristo es la Luz, el que quita el pecado, y también el que sana. Nuestro versículo a memorizar de hoy dice que estamos muertos al pecado y sanados por las llagas de Jesús.

La historia en nuestra lectura Bíblica de hoy confirma que el pecado a menudo, causa enfermedad en la humanidad. Así pues, una vez que hemos lidiado con el problema del pecado, la enfermedad invariablemente sana también. Jesús vio al hombre que estaba paralítico, Él supo enseguida que su problema era el resultado del pecado, y en vez de enredarse en una discusión inútil como muchos ministros de Dios de hoy en día, Jesús fue directo a la raíz que causaba la enfermedad de este hombre – el pecado. “Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.” Jesús declaró. El resultado se encuentra en el siguiente verso de nuestra lectura Bíblica de hoy después de que Jesús le hubiera declarado que este hombre había sido perdonado. Jesús dijo:

" Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.  Entonces él se levantó y se fue a su casa." - Mateo 9:6 - 7

Amado, hay muchas lecciones que aprender de la lectura de hoy: Una, para los ministros del evangelio, no debemos de desperdiciar nuestro tiempo en orar por los enfermos que no están preparados para dejar su pecado. Dos, para los enfermos, deben de ser lo bastante humildes para admitir su forma de vida pecaminosa, confesar, apartarse totalmente del pecado y arrepentirse. Tres, Jesucristo, el Sanador, es el que Perdona nuestros pecados; toda persona debe de venir a Él para salvación de toda forma de calamidad, incluyendo la oscuridad de la enfermedad. La seguridad es que no importa lo desesperanzadora que sea tu situación humanamente hablando, por Sus llagas tu serás sanado. Solo asegúrate de que tienes tolerancia cero a cualquier impureza espiritual en tu cuerpo que es el templo de Dios Todopoderoso, de acuerdo con 1 Corintios 6:19.

LLAMADA A LA ACCIÓN: Purga tu vida de todo hábito pecaminoso para que la luz de la sanidad puede brillar sobre tu vida hoy.