Devocional de los Cielos Abiertos, Martes 18 de Enero de 2022: Que se Haga la Luz II
Gracias Jesús por pasar por el Calvario para derramar Tu sangre para la remisión de mis pecados y los pecados del mundo.
Padre si en alguna forma yo he caído fuera de Tu gloria, por favor, ten misericordia y perdóname, que Tu misericordia prevalezca por encima de todo juicio de pecado sobre mi vida, en el nombre de Jesús.
Padre, púrgame y santifícame de toda forma de injusticia, dame el poder por Tu gracia para huir de todo apariencia de maldad, en el nombre de Jesús.
Padre, impón Tus manos sanadoras sobre mi y que tu sangre que fue derramada en el Calvario fluya de mi cabeza hasta los pes para mi sanidad en el nombre de Jesús.
Padre, por favor, hazme santo así como Tú eres santo en el cielo; y dame la gracia para vivir por encima del pecado, y por encima de toda actividad de la carne, en el nombre de Jesús.
Padre, siempre que la tentación de pecar se cruce en mi camino, por favor, rápidamente haz una vía de escape para mi, como has prometido
Padre, desata sobre mi vida el poder para ir y no pecar más, y para hacer Tu perfecta voluntad, en esta generación malvada y perversa, en el nombre de Jesús.
Padre, que Tu fuego consuma todo depósito satánico causando enfermedad en mi cuero, en el nombre de Jesús.
Padre, que toda impureza, impidiendo el libre fluir de Tu luz y Tu unción en mi vida, sea destruido por la sangre de Jesús.
Padre, bendice a Tu hijo el Pastor Enoc A Adeboye y sostenle con Tu diestra de justicia hasta el final, en el nombre de Jesús.
Padre, que toda dificultad, obstáculo o impedimento para que estos puntos de oración lleguen a Tus hijos a tiempo, y diariamente, sea quitado en el nombre de Jesús.
Di ahora tus peticiones personales (Filipenses 4:6).
En el nombre de Jesús, oramos (Juan 14:13 – 14, 15:16).Gracias Padre por contestar a nuestras oraciones, y Señor, que Tú continúes contestando, en el nombre de Jesús. (1 Tesalonicenses 5:18)
En fe, dale gracias a Dios por haber contestado a tus oraciones. Tus testimonios son innegables, en el poderoso nombre de Jesús.
Hasta mañana