Memoriza: «Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.» Salmos 103:1
Lee: 1 Samuel 7:7 – 17
7 Cuando oyeron los filisteos que los hijos de Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron los príncipes de los filisteos contra Israel; y al oír esto los hijos de Israel, tuvieron temor de los filisteos. 8 Entonces dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, para que nos guarde de la mano de los filisteos. 9 Y Samuel tomó un cordero de leche y lo sacrificó entero en holocausto a Jehová; y clamó Samuel a Jehová por Israel, y Jehová le oyó. 10 Y aconteció que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel. 11 Y saliendo los hijos de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta abajo de Bet-car.
12 Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer,[a] diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová. 13 Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel. 14 Y fueron restituidas a los hijos de Israel las ciudades que los filisteos habían tomado a los israelitas, desde Ecrón hasta Gat; e Israel libró su territorio de mano de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y el amorreo.
15 Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió. 16 Y todos los años iba y daba vuelta a Bet-el, a Gilgal y a Mizpa, y juzgaba a Israel en todos estos lugares. 17 Después volvía a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí juzgaba a Israel; y edificó allí un altar a Jehová.
BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 27 – 29
MENSAJE
Después de la gran victoria contra los filisteos en 1 Samuel 7:12, Ebenecer – la piedra de ayuda fue establecida para celebrar y marcar hasta donde el Señor había ayudado a los hijos de Israel. Esto se hizo para mostrar apreciación y gratitud a Dios por Su pronto auxilio y su apoyo continuo en el futuro. La Biblia registra que Israel estaba enzarzada en una guerra prolongada que alcanzó a muchas generaciones, aún así hicieron un hábito el preciar a Dios por el éxito al final de cada batalla. Así que también, los hijos de Dios deben aprender a expresar gratitud de corazón a Dios en todas las circunstancias.
Uno de los numerosos beneficios de expresar gratitud a Dios es el hecho de que normalmente le empuja a hacer más de lo que podemos imaginar. La gratitud motiva a Dios hasta el punto de sobrepasar los límites de Su acción inicial. La historia de los diez leprosos en Lucas 17:12 – 19, es un buen ejemplo de esto. Lucas 17:17 – 19 dice;
"Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado."
En la historia anterior, diez leprosos clamaron a Jesús por misericordia, sanidad y para que les limpiara de su lepra. Jesús hizo algo extraño; Él no oró por ellos como se esperaba, sino que en vez de eso les dijo que fueran a presentarse al sacerdote como se requería por la ley, de acuerdo con Levítico 14:2 – 7. Mientras que los leprosos estaban de camino hacia el sacerdote, de repente descubrieron que su lepra se había desvanecido. Inmediatamente, uno de ellos volvió para mostrar gratitud y glorificar a Dios. Fue en este punto en el que aquel que volvió para dar las gracias, recibió algo más allá que sanidad – él fue salvado, para que no hubiera ninguna cicatriz o marca que indicara que él había sido leproso alguna vez.
La apreciación sincera y de corazón debe de darse rápido y a su tiempo. Cualquier muestra de gratitud que viene más tarde de lo necesario es normalmente no aceptada. Necesitamos darle valor a la acción de gracias genuína y desarrollar un corazón agradecido, para que las expresiones de gratitud empiezan a fluir desde nuestro corazón, nuestra boca y nuestras acciones, para Dios eternamente.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, dame un corazón agradecido en todas las circunstancias, en el nombre de Jesús.