Devocional Cielos Abiertos

EL POBRE EN ESPÍRITU

Memoriza: «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.» Mateo 5:3

Lee: Salmos 42:1 – 2

Mi alma tiene sed de Dios

42 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,

Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;

¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?

MENSAJE

Una persona pobre siempre está necesitada, incluso aunque quiera sentirse siempre orgulloso, el estado de sus finanzas le forzarán a ser humilde. Este estado de humildad es a lo que Jesús se refería cuando habló sobre el pobre en espíritu en las Bienaventuranzas.

Ser pobre en espíritu significa ser humilde, también significa depender totalmente del Espíritu Santo. Cualquier que es pobre en espíritu, incluso si ha leído la Biblia de Génesis a Apocalipsis, seguirá escuchando los sermones que predican otros pastores. Aquellos que son pobres en espíritu no se sienten demasiado importantes como para aceptar instrucciones de parte del Espíritu Santo y líderes espirituales piadosos. Siempre quieren más de Dios, nunca se vanaglorian, no importa a qué nivel hayan llegado a nivel espiritual. Siguen creciendo porque saben que cualquier que para de crecer empezará a morir.

La ironía es que aquellos que están en esta categoría quizás sean pobres en espíritu pero son muy ricos en el reino de Dios, porque nunca les faltará nueva revelación de la palabra de Dios y las hazañas que hacen en la tierra hablarán por ellos en la eternidad.

REFLEXIÓN: ¿Eres pobre o rico en espíritu?