Memoriza: “Acordaos de las maravillas que él ha hecho, De sus prodigios y de los juicios de su boca,” Salmos 105:5
Lee: Salmos 105:1 – 11
Maravillas de Jehová a favor de Israel
105 Alabad a Jehová, invocad su nombre;
Dad a conocer sus obras en los pueblos.
2 Cantadle, cantadle salmos;
Hablad de todas sus maravillas.
3 Gloriaos en su santo nombre;
Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
4 Buscad a Jehová y su poder;
Buscad siempre su rostro.
5 Acordaos de las maravillas que él ha hecho,
De sus prodigios y de los juicios de su boca,
6 Oh vosotros, descendencia de Abraham su siervo,
Hijos de Jacob, sus escogidos.
7 Él es Jehová nuestro Dios;
En toda la tierra están sus juicios.
8 Se acordó para siempre de su pacto;
De la palabra que mandó para mil generaciones,
9 La cual concertó con Abraham,
Y de su juramento a Isaac.
10 La estableció a Jacob por decreto,
A Israel por pacto sempiterno,
11 Diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán
Como porción de vuestra heredad.
MENSAJE
Una cosas que limita ls bendiciones de Dios sobre alguno de Sus hijos es la falta de apreciación por lo que Él ya ha hecho.
Por ejemplo, tu padre vuelve del centro comercial y te da una bolsa con la compra y otra con ropa; en vez de decir gracias, corres a tu habitación para dejar los regalos ahi; y después te vas a contárselo a tus amigos. Decírselo a tus amigos quizás sea un testimonio pero el hecho sigue siendo que tú no le mostraste aprecio a la persona que te dio los regalos. Esto es exactamente lo que muchas personas hacen delante de Dios. Son rápidos para compartir sus testimonios por las redes sociales antes de darle gracias a Dios, el hacedor de milagros.
Te olvidas de que Él es la razón por la que tus padres siguen teniendo trabajo y beneficios de sus negocios para cuidarte y pagar tu educación.
Aprende a preciar a Dios por las cosas más insignificantes y por las cosas importantes también, porque siempre que le das gracias por algo, Él lo multiplica. Así pues, dale gracias por todas las cosas que Él hizo en este año que se acaba.
PUNTO CLAVE: Alaba al Señor durante todo el día.