Memoriza: «O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.» Mateo 12:33
Lee: Mateo 12:33 – 35
33 O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.
34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
MENSAJE
Algunos hijos de Dios argumentan que Dios solo mira el corazón y no la apariencia externa. Se olvidan de que lo que está dentro es lo que se refleja en el exterior.
Por ejemplo, cuando alguien no está mentalmente estable, manifestará señales de demencia. Así pues, también los hijos de Dios; el contenido de tu corazón se reflejará en la forma en la que hablas, actúas y te vistes.
¿Qué persona se vista con ropa que hace entrever sus partes íntimas en nombre de la moda? Cualquier que se viste así está mostrando que no tiene el temor de Dios.
Hay un espíritu detrás de este tipo de forma de vestir de los jóvenes de hoy en día, y no es el Espíritu de Dios. Esta forma de vestir indecente se ha abierto las puertas a muchos niños a vicios sociales como la prostitución y otras cosas. Que tú nunca seas una víctima en el nombre de Jesús.
Cuando una persona es nacida de nuevo, hay una transformación que se produce desde el interior (el corazón) y se muestra en todo lo que la persona hace; su forma de hablar, sus acciones, su forma de vestir, etc, que refleja a Cristo.
PUNTO DE REFLEXIÓN: Por sus frutos los conoceréis.