Devocional Cielos Abiertos

EL ESPÍRITU SANTO I

Memoriza: “Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos.” 2 Reyes 2:24

Lee: 2 Reyes 1:7 – 15

Entonces él les dijo: ¿Cómo era aquel varón que encontrasteis, y os dijo tales palabras? Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo, y ceñía sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tisbita.

Luego envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a donde él estaba; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y el capitán le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas. 10 Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.

11 Volvió el rey a enviar a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y le habló y dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho así: Desciende pronto. 12 Y le respondió Elías y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta.

13 Volvió a enviar al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta; y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, se puso de rodillas delante de Elías y le rogó, diciendo: Varón de Dios, te ruego que sea de valor delante de tus ojos mi vida, y la vida de estos tus cincuenta siervos. 14 He aquí ha descendido fuego del cielo, y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; sea estimada ahora mi vida delante de tus ojos. 15 Entonces el ángel de Jehová dijo a Elías: Desciende con él; no tengas miedo de él. Y él se levantó, y descendió con él al rey.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Juan

MENSAJE

Amo tanto al Espíritu Santo. Estamos en la dispensación del Espíritu Santo así que sería bueno para todos el aprender sobre Él. ¿Quién es el verdadero Espíritu Santo? Entre muchas otras, hay dos formas en las que El Espíritu Santo se muestra a si mismo a la humanidad. una es como un viento y otra es como un fuego. Cuando Él viene como un viento, puedes escuchar y sentirlo, pero siempre que Él es visible al ojo humano, Él siempre es visto en forma de fuego. En el día de Pentecostés, en la habitación alta, Él fue visto como lenguas de fuego (Hechos 2:3). Cuando Dios le habló a Elías, fue justo después del fuego (1 Reyes 19:11 – 12). En la zarza ardiente, Moisés vio fuego. Para llegar a conocer al Espíritu Santo más, necesitamos mirar las características del fuego.

El fuego, si no se controla, puede destruir. Cuando una persona lleva el Espíritu Santo, siempre tiene que vigilar su fuego porque sino, éste puede destruir. En 2 Reyes 2:23 – 24, cuando Elías aún no sabía lo poderoso que era el fuego dentro de él, algunos niños se estaban burlando de él y él les maldijo. De la nada, dos osos vinieron y mataron a cuarenta y dos de ellos.

Muchos años atrás, fui a un retiro para recargar mi batería espiritual. Cuando volvía a casa, decidí parar a ver a un amigo. Cuando llegué a su casa, su mujer estaba tan emocionada de verme que corrió a abrazarme, cuando ella me tocó, el fuego la golpeo y se cayó. Entonces el marido vino también y antes de que pudiera decir nada, corrió a abrazarme y se cayó también.

Si tienes el Espíritu Santo, tienes que aprender a controlar el fuego para que no te ponga en problemas.

Por otro lado, de vez en cuando, alguien que tiene el fuego del Espíritu Santo y sabe cómo controlarlo, puede enfadarse y decidir dejar que el fuego se descontrole. La persona no necesita decir nada, solo ignorar controlar el fuego y el resultado siempre es terrible. Por eso es peligroso hacer enfadar a alguien que tiene el fuego del Espíritu Santo. Si tú tienes el Espíritu Santo, necesitas trabajar realmente en ti mismo para no enfadarte fácilmente. Lo que llevas en ti es un fuego y si tu no lo vigilas, puede destruir incluso a tus seres queridos. La razón por la que el Señor no ha puesto Su fuego en muchas personas es porque sería contraproducente si lo tuvieran. Si quiere el fuego, trabaja en tu temperamento primero.

PUNTO CLAVE: El fuego del Espíritu Santo puede ser peligroso si no se controla