Devocional Cielos Abiertos

SOMETE LA CARNE

Memoriza:«sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.» 1 Corintios 9:27

Lee: 1 Corintios 9:24 – 27

24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.

25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.

26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,

27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 56 – 61

MENSAJE

Una de las vías rápidas hacia el pecado es la carne, que describe la naturaleza pecaminosa del hombre caído. Las obras de la carne se enumeran en Gálatas 5:19 – 21;

"Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías  envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios."

Gálatas 5:17 dice que la carne codicia en contra del Espíritu. Debemos de tener cuidado de no cumplir los deseos de la codicia de la carne como nos advirtió el Apósotol Pablo en Gálatas 5:16, sabiendo muy bien que la carne normalmente querrá comportarse de manera pecaminosa. Él mismo se lamentó así:

"!!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?"

Para la gloria de Dios, él encontró la solución a este problema, como lo escribió en 1 Corintios 9:27:

"sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado."

Como el Apóstol Pablo, nosotros también debemos vencer la influencia negativa de la carne aceptando a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador personal, y comprometiéndonos a vivir nuestras vidas para Su complacencia.

El marcarnos un reto de Año Nuevo de vivir una vida que le agrada a Dios no puede ayudarnos en este asunto. Solo con la ayuda del Espíritu Santo puede una persona vencer a la carne. Por eso Jesús está llamando a todos y cada uno de nosotros, diciendo:

"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar."

A medida que clamamos al Señor por ayuda para vivir por él y para Él solamente, sometiendo nuestra carne, el Espíritu santo nos ayudará y nosotros también podremos decir, como dijo el Apóstol Pablo en 2 Timoteo 4:7;

"He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe."

Que el Señor nos de la victoria sobre la carne, en el nombre de Jesús.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor capacítame para que pueda arrancar de raíz  toda semilla que el diablo ha plantado en mi vida y dame la victoria sobre la carne, en el nombre de Jesús.