Memoriza: “Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.” Génesis 2:19
Lee: Romanos 4:17
(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
MENSAJE
La lectura Bíblica de hoy describe la historia de Abraham. Aunque él llevaba años esperando ser padre, Dios le cambió el nombre a “Padre de muchas naciones”. Esta revelación le dio a Abraham una nueva mentalidad que finalmente hizo nacer su milagro.
No es el cómo te llama la gente lo que importa, sino lo que tu les respondes. La biblia dice que Dios llama a las cosas que no son como si fuesen (Romanos 4:17). Él vee la gloria en cada situación, independientemente de tu realidad.
La próxima vez que alguien te insulte por tu aspecto, no te entristezcas, cámbiale el nombre a la situación. Simplemente diles, tú eres la niña de los ojos de Dios. El nombre que se le da a una cosa o situación es importante no solo para los hombres sino también para Dios.
Dios estaba interesado en saber qué nombre le daría Adán a cada animal, porque le proporcionaría una forma de identificación, distinción, destino, y también trazaría para ellos un modo de conducta o modelo de comportamiento.
Así que, si suspendes un examen, no te llames a ti mismo fracasado. Más bien di, solo he descubierto que tengo que esforzarme más para tener éxito. Esta actitud te dirigirá a hacer las cosas mejor sin caer en la depresión.
A medida que creces en tu relación con Dios, podrás ver como se producen los cambios para bien en tu vida en las situaciones que te rodean.
PUNTO CLAVE: Pasa quince minutos profetizando sobre tu vida ahora mismo.