PARTE 4
INTRODUCCIÓN
En la tercera parte de esta serie, hemos aprendido que las vasijas para honra deben de estar limpias siempre porque son parte del pueblo santo junto con Jesucristo como Capitán. Por consecuencia, las vasijas que se corrompen no pueden ser toleradas ni gratificadas. Son descartadas de inmediato. Para llegar a ser limpio, hay dos vías: la vía feroz de las pruebas, o la vía apacible de la Palabra de Dios. Entre estas dos, eres libre de elegir una. En esta parte del estudio, queremos continuar nuestro estudio sobre cómo las vasijas para honra son elegidas y por qué (Juan 15:16).
Que Dios despierte nuestro entendimiento a medida que estudiamos en el Nombre de Jesús. Amén.
LAS VASIJAS PARA HONRA SON ELEGIDAS POR EL MAESTRO
Las vasijas para honra son elegidas por el Maestro y no por votación. Por eso las otras vasijas las envidian. El asunto sobre que el propio Maestro elige Sus propias vasijas para honra, se ilustra claramente en la historia de Jacob y Esaú. También debemos de destacar que algunas vasijas después de pasar algún tiempo con el Maestro pueden romperse o estropearse y ser descartadas. Que esto nunca te pase a ti en el Nombre de Jesús.
Juan 15:19; Hechos 1:23-25; 9:10-15; Rom. 9:10-16, 21; I Juan 4:10, 19, Juan 6:70; John 13:18
HAS NACIDO PARA MULTIPLICAR, Y HAS SIDO SALVADO PARA SERVIR.
El privilegio y la posición poderosa de los elegidos impone una pesada responsabilidad sobre ellos: la del servicio. No se atreven a fallar en servir porque no puede haber mayor desgracia para una persona, que haber sido elegido una vez para después, ser apartado. Después de haber servido a Satanás por tanto tiempo y tanto en el pasado, ¿no es justo que nosotros ahora le sirvamos a Él, que no salvó, con todas nuestras fuerzas, tiempo y recursos?
Hechos 1:8; Rom. 1:5; Rom. 15:15-16; I Cor. 9:16-18; Gal. 1:15-16; Efe. 2:8-10.
LAS VASIJAS PARA HONRA SON LOS INTERMEDIARIOS ENTRE EL MAESTRO Y LOS DEMÁS
Las vasijas para honra son los enlaces entre el Maestro y las otras vasijas. Son Sus embajadores y embajadoras. Él se revela a Si mismo a ellos y ellos en respuesta, dan revelación a otros sobre Él. En consecuencia, así como las vasijas en la mesa del Maestro, no son solo para servir al Maestro, sino también a Sus invitados, de la misma manera, se espera que los Cristianos sean testigos delante de otros, además de adorar a Dios.
Hechos 10:40-42; Lucas 6:13; Hechos 22:12-15; Juan 20:21-23; Juan 21:15-17; Is. 49:1-3; Jer. 1:5-7; Mat. 28:18-19; Marcos 16:15-16; Lucas 24:47-49.