Devocional Cielos Abiertos

LECCIONES SOBRE LA TRAICIÓN A JESÚS

Memoriza:“Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa.” Lucas 22:21

Lee: Lucas 22:19 – 23

19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.

20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.

21 Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa.

22 A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero !!ay de aquel hombre por quien es entregado!

23 Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí, quién de ellos sería el que había de hacer esto.

BIBLIA EN UN AÑO: 2 Crónicas 6 – 10

MENSAJE

Un beso es una muestra de afecto muy íntima y normalmente no es sin un precio, que damos o recibimos un beso, uno entonces se preguntará porqué Judas Iscariote decidió usar el beso como código de su traición a Jesucristo (Mateo 26:48 – 50).

Primeramente, Salmos 41:9 tenía que cumplirse:

"Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar."

Debemos aprender que la palabra de Dios siempre se cumplirá. Otra lección de la necesidad del código de la traición de Judas era el estilo de liderazgo de Jesucristo, Él era obviamente muy cercano con Sus discípulos. No había distinción entre Él y Sus subordinados – no había barreras de clases, ni diferencias. De hecho, Él les lavó los pies. cualquiera que vio a Jesús lavando los pies a Sus discípulos le podría haber confundido con un “siervo de siervos”. Con todo lo que Él hizo, les dio poder a Sus discípulos para hacer lo mismo. Que lección para los líderes Cristianos!.

Los líderes deben también de ser extremadamente cuidadosos con las relaciones cercanas sin llegar a sospechar. Esto es porque en doce discípulos, siempre habrá un Judas Iscariote. La verdad es que, a menudo, hay una necesidad de un Judas para el cumplimiento del propósito de Dios para la vida de los líderes. Esta es una amarga verdad, pero hay que decirla.

Hay sin embargo, un beso que traiciona, no a otra persona, sino a nosotros mismos. Por ejemplo, cuando besas a una persona, que no es tu esposo o esposa, en la intimidad, has traicionado a tu espíritu y le has dado poder a la carne. El apóstol Pablo dice que debemos abstenernos de toda apariencia de maldad (1 Tesalonicenses 5:22). él sigue diciendo, “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.” (1 Corintios 10:23=. En Romanos 14:21, él también dice;

" Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite."

Que tú nunca seas comprado o vendido por un beso de traición, en el nombre de Jesús.

PUNTO DE ORACIÓN: Busca los motivos detrás de tus acciones; quizás te traicionen. Ora para que no acabes como Judas Iscariote, en el poderoso nombre de Jesús.