Memoriza:«El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.» Marcos 16:16
Lee: Marcos 16:15 – 18
15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
BIBLIA ENUN AÑO: 1 Reyes 10 – 14
MENSAJE
Algunos estudiantes de la Biblia han clasificado la condenación en tres categorías principales – temporal, de larga duración y eterna. La condenación temporal puede darse como resultado de un error de juicio después del cual la víctima es absuelta. La condenación de larga duración puede ser de por vida aquí en la tierra, mientras que la condenación eterna – que es la peor, es para siempre. Nuestro Señor Jesucristo dijo en Lucas 12:4 – 5;
"Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed"
Muchas personas eligen la condenación eterna indirectamente al escapar de la temporal que la vida piadosa puede imponer sobre ellos. En medio de las dificultados y las tribulaciones, algunos hijos de Dios niegan a su Señor. Nunca debemos doblegarnos ante las tentaciones del diablo. Más bien, debemos de prestar atención a las palabras de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo, aunque esto nos exponga a algunas dificultades temporales. Esta es la razón por la que Jesús le dijo a Sus discípulos:
" Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." Juan 16:33
Para escapar de la condenación eterna, debemos de aceptar el evangelio de Jesucristo. Desafortunadamente hay muchas personas que van a la iglesia hoy en día, pero no creen realmente en el evangelio. Algunos piensas que el evangelio ya no es relevante. Creen que Cristo vino para redimir al hombre de la condenación eterna, pero se niegan a vivir según Sus estándares, de acuerdo con nuestra lectura Bíblica de hoy. Aceptar el evangelio requiere nuestra sumisión al señorío de Jesucristo sobre nuestras vidas.
Un verdadero creyente no puede hacer nada basándose en la mera intuición. Todo lo que un creyente hace debe de ser en el nombre del Señor (Colosenses 3:17). No podemos permitirnos seguir al mundo; más bien, debemos aprender a seguir la voluntad de Dios en todo momento (1 Juan 2:15 – 17). Que el Señor nos dé oídos para escuchar y un corazón obediente para vivir conforme a Su perfecta voluntad, en el poderoso nombre de Jesús.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, ayúdame a seguirte y caminar delante de Ti con un corazón perfecto, para que pueda escapar de la condenación eterna, en el nombre de Jesús.