PARTE 3
INTRODUCCIÓN
Hemos aprendido en los estudios anteriores que las dos condiciones para las oraciones de poder ilimitado se dan en Juan 15:7, es decir:
- Habitar en Cristo
- Las palabras de Dios habitando en nosotros.
Explicando la segunda condición, aprendimos que las palabras de Cristo son de cuatro categorías:
- Aquellas que el Padre le dio a Jesús para dárnoslas.
- Aquellas que el Espíritu Santo nos ha de enseñar y recordar.
- Aquellas escrituras del Antiguo Testamento, las cuales Jesús abrió para nosotros antes de Su ascensión
- Y finalmente sus nuevos mandamientos.
Finalmente descubrimos que los pecados más comunes en la vida de los Cristianos son los de omisión y que éstos pecados obstaculizan nuestras oraciones.
En este estudio examinaremos más sobre estos pecados de omisión y también empezaremos a ver cómo orar oraciones de avivamiento. Que el Señor mismo nos enseñe a medida que aprendemos a Sus pies, en el Nombre de Jesús. Amén.
FALLAR EN HACER EL BIEN O HACERLO CON UN CORAZON DIVIDO ES PECADO.
Entre los pecados de omisión encontramos:
- No cuidar bien de nuestros cuerpos
- Uso descuidado o sucio de nuestro cuerpos aun cuando sabemos que es el templo del Espíritu Santo.
- Pereza en los negocios o en el trabajo diario
- Hacer que los Cristianos más débiles caigan en tentación y pecado por nuestro inadecuado uso de nuestra libertad en Cristo
- Atender a reuniones en cuerpo pero no en espíritu
- Fallar en amar de todo corazón, a los hermanos o la organización a la que perteneces
- Hacer dinero solo por amor al dinero
- Escuchar los informes malvados del enemigo y meditar en ellos
- Y codiciar.
I Cor. 6:19; Rom. 12:l; I Cor. 8:9; Heb. 10:25;.Juan 13:35; Efe. 4:28; 5:16; Mat. 6:24; Filip. 4:8; I Ped. 2:11.
ALGUNOS PASOS HACIA LAS ORACIONES DE AVIVAMIENTO
Las oraciones de avivamiento no son oraciones sin un objetivo. Son oraciones con una meta determinada. Y las metas solo se pueden alcanzar si se toman ciertos pasos uno detrás del otro. Así que debes de orar de forma sistemática. También, puesto que las oraciones sin esfuerzo, a menudo no tienen fruto, debes de orar con fervor todo el tiempo, intensamente y en la intimidad.
Puesto que el avivamiento trae gozo, anticipándote a la respuesta de Dios a tu oración, ora con gozo y expectante. Olvida todas las oraciones anteriores que acabaron en fracaso; en vez de eso lucha en contra de todos los impedimentos a tu oración con ferocidad. Sobre todo, aprende a estar en comunión con el Señor en Amor.
Is. 41:21; Lucas 22:44; I Juan 5:14; Efe. 6:18; Deut. 4:29; Mat. 6:6., Salmos. 40:16; Filip. 3:13; Efe. 6:13-18; Mat. 8:5-8; Lucas 20:45-47; Santiago 4:3; II Crón. 7:14; Dan. 6:10; Ex. 25:22.