Memoriza:«El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño.» Salmos 24:4
Lee: Salmos 24:3 – 6
3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
4 El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.
5 El recibirá bendición de Jehová,
Y justicia del Dios de salvación.
6 Tal es la generación de los que le buscan,
De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah
BIBLIA EN UN AÑO: Proverbios 28 – 29
MENSAJE
Caminar con Dos requiere vivir en santidad porque Él es santo. Amós 3:3 dice; «¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?»
"Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto." Génesis 17:1
Nuestra lectura Bíblica de hoy nos muestra algunos requerimientos fundamentales para un caminar con Dios aceptable. El primero es manos limpias. Si tus manos están sucias no puedes caminar con Dios. ¿Qué es lo que ensucia las manos de una persona? El dinero manchado de sangre es una cosa. El dinero que pertenece a otra persona u organización, y que te has quedado de manera ilegal es otra cosa. También, tus manos puede ensuciarse a través de relaciones prematrimoniales o extramatrimoniales. Proverbios 6:27 – 29 dice;
"¿Tomará el hombre fuego en su seno Sin que sus vestidos ardan? ¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare."
Solo una persona de corazón puro puede caminar con Dios de manera efectiva y aceptable. jeremías 17:9 dice;
"Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?"
Romanos 3:23 dice que todos han pecado y caído fuera de la gloria de Dios. Al mismo tiempo, en 1 Juan 1:7 – 9 dice que si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos y para limpiarnos de toda injusticia.
Que el Señor te libre de cualquier cosa que obre en contra de tu caminar con Él, en el nombre de Jesús. El hecho de caminar con Dios no es un llamado a relacionarse con Él como un igual, sino una total sumisión a Su autoridad, y un compromiso absoluto de seguir a Jesús. Esto queda claro en Lucas 9:23 y Filipenses 2:12. La decisión de servir a Dios en santidad, justicia, en espíritu y en verdad crea el fundamento correcto para caminar con el Señor.
La santidad requiere una determinación obstinada. Pregúntate a ti mismo en cada situación «¿Qué haría Jesús?»
Decídete a vivir en santidad hoy, y el Señor te ayudará a conseguirlo.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Padre, por favor, ayúdame a caminar contigo en santidad y en justicia por el resto de mi vida, en el poderoso nombre de Jesús.