PARTE 1
INTRODUCCIÓN
Alguien dijo que todo el mundo tiene la oportunidad de afectar el curso de la historia durante su vida, pero pocos se dan cuenta de que tienen esa oportunidad. Los intercesores orando de forma regular y efectiva por la nación, con corazones limpios, llegan a ser los que mas cambian la historia de su generación. Tú también puedes ser alguien que cambia la historia, si eliges serlo. No tienes que ser un político para ser un agente de cambio. Puedes hacer historia de rodillas. Esta serie de estudio es para enseñarte cómo hacerlo.
TU APORTE PERSONAL DEBE EMPEZAR ORANDO POR LAS NACIONES DE FORMA REGULAR
Una de las razones por las que debemos pedirle a Dios que nos bendiga, es para que podamos usar la bendición para evangelizar al mundo. Además, Dios ha dicho que su casa debe de ser una casa de oración para todas las personas. Esto es, para todo el mundo, de hecho, los únicos momentos en los que Jesús estuvo abiertamente enfadado fueron cuando veía que éste mandamiento de Dios, el de orar por las naciones, era desobedecido.
Salmos. 6 7:1-2; Eclesiastés. 3:11; I Timoteo. 2:1-2; Isaías. 56:7; Marcos 11:15-17.
AUNQUE DIOS TIENE AUTORIDAD SUPREMA SOBRE LAS NACIONES, NOS INVITA A COOPERAR EN TRANSFORMAR LA HISTORIA DEL MUNDO
Dios reina con supremacía sobre las naciones. Hace a las naciones grandes, o las destruye a Su voluntad. Pero Él dice que si se lo pides, puede darte las naciones para que hagas lo que quieras. Por lo menos deberías de intentar persuadirle de que no destruya las naciones intercediendo por ellas.
Salmos. 47:8; Job. 12:23; Salmos. 2:8-9; Ezequiel. 22:30-31; Salmos. 106:23.
LAS GRANDES PERSONAS DE DIOS DE LA ANTIGÜEDAD ORARON POR AVIVAMIENTO, NOSOTROS NO DEBEMOS ACTUAR CON INDIFERENCIA EN NUESTRO TIEMPO.
No somos las primeras personas que tienen problemas. Habían problemas en los tiempos de David, Habacuc, Isaías, Nehemías, Daniel y Ezra, por mencionar algunos. ¿Qué hicieron estos hombres de Dios? ¿Doblaron sus brazos y aceptaron los problemas como su suerte? No!, clamaron a Dios y Dios les respondió. Dios no ha cambiado. Nosotros también deberíamos clamar a Dios ahora.
Salmos. 80:7; Hab. 3:2; Salmos. 119:126; Isa. 64:13; Neh. 1:6-7; Dan. 9:4-19; Ezra 9:6-15.
AUNQUE NOS PODAMOS SENTIR SOLOS EN LA TAREA, Y LOS RESULTADOS PUEDE QUE SE RETRASEN, CIERTAMENTE EL AVIVAMIENTO VENDRÁ UN DÍA.
Los profetas de la antigüedad sentían la soledad y la falta de más personas sintiéndose los suficientemente desesperadas como para orar este tipo de oraciones por las naciones. Nosotros, como Elías, quizás necesitemos siete oraciones o más para traer la lluvia de avivamiento, pero los resultados están asegurados. Las naciones que no han sido evangelizadas previamente no solo serán evangelizadas, sino que también declararán Su gloria sobre todas las naciones. pero antes de que empieces a orar por avivamiento, hazte esta pregunta, ¿Estás dispuesto a ser la contestación a una oración? ¿Si Dios te llama para que vayas en Su nombre, irás?
Isa. 64:7; 37:3; Isa. 66:7-9; 1 Reyes 18:42-44; Isa. 55:5; Isa. 61:11; 66:18-19; Rom. 10:14-15.