Memoriza:“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;” Mateo 11:29
Lee: Mateo 11:28 – 29
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
BIBLIA EN UN AÑO: Proverbios 4
MENSAJE
Hay básicamente dos personas involucradas en una llamada – el que llama y el que es llamado. El llamado divino básico es lo que encontramos en Mateo 11:28 – 29. Aquí, Dios es el que llama y Él llama a todas las personas a la salvación, la cual es universal. Se enlaza con Juan 3:16, un llamado desde el corazón de Dios. Hebreos 9:27 dice;
"Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,"
Ser advertido de antemano, es igual que ser reforzado. Por eso es asombroso que algunas personas que son consideradas sabias por sus logros académicos, prueban sin embargo ser los menos sabios cuando se trata de los asuntos relacionados con Dios.
"Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;" Romanos 1:28
Se le hizo un llamado al primer hombre – Adán, una vez en Génesis 3:9. Esto fue después de su caída en el pecado. Desafortunadamente, el hombre no manejó bien esta oportunidad al no aceptar la responsabilidad de su pecado, en vez de eso, decidió culpar a su esposa (Génesis 3:12). Otra oportunidad vino a través de Jesucristo, el segundo Adán y nuestro Redentor. Te felicito si has respondida a este llamado que vino a través de Jesucristo de acuerdo con nuestra lectura Bíblica de hoy. Habiendo recibido este llamado, nosotros somos ahora hijos del Dios Altísimo. Somos ahora herederos de Dios y coherederos con el Señor Jesucristo (Romanos 8:17; 1 Juan 3:1).
Amado, después de contestar al llamado, tenemos algunas obligaciones que cumplir. No podemos amar al mundo y a Dios al mismo tiempo (1 Juan 2:15 – 17). Debemos de separarnos deliberadamente de las tinieblas y la oscuridad de este mundo, para que el Dios Todopoderoso, quien nos llamó, nos pueda recibir (2 Corintios 6:14 – 18).
Si por el contrario, tú no has atendido al llamado de Dios para salvación. Te animo que lo hagas ahora mismo, porque mañana quizás sea demasiado tarde. Busca al Señor mientras pueda ser encontrado (Isaías 55:6), y entrega tu vida a Jesucristo hoy.
Oro porque Dios nos lleve a nuestra salvación definitiva en el reino del Cielo, en el poderoso nombre de Jesús.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Da gracias Dios por la salvación de mi alma. Si por el contrario, tú aún no eres salvo, acepta a Jesús como tu Señor y Salvador, y entonces clama a Él para que salve tu alma.