Memoriza:«Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.» Génesis 8:22
Lee: Gálatas 6:7 – 9
7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
MENSAJE
Una de las poderosas leyes de la naturaleza es la ley de la cosecha. La cosecha es mucho más grande que la semilla que fue plantada para producirla.
Si un granjero planta un grano de maíz, él cosechará todo un fajo de mazorcas que pueden alimentar a unas cinco personas, o más, de una vez.
La Biblia dice que Dios da pan al que come y semilla al que siembra, lo cual implica que siempre que Él te provee, él espera que siembres o des parte de ello y que te comas el resto.
Es una pena que muchas personas están sumidas en la pobreza porque sus padres no sembraron ninguna buen semilla que los hijos pudieran cosechar. Tienes que romper esa tendencia.
Recuerdo un tiempo en el que mi esposa preparó mi comida favorita. Cuando estaba a punto de comerlo, un grupo de amigos llegó y tenían hambre. Fueron directamente a la mesa y se comieron mi plato. Después de eso, me fui a una conferencia en Kenia, durante toda la conferencia, muchas personas me invitaron a comer y siempre servían mi comida favorita.
PUNTO CLAVE: ¿Qué estás sembrando en estos momentos? Si quieres una cosecha abundante, da de lo que tienes.