Estudio Biblico

DIOS ESPIRITU SANTO – PARTE 18

INTRODUCCION

Hemos aprendido que el reino de Dios en la tierra empezó en el día de Pentecostés. Que puedes ser parte del reino si obtienes el poder que sólo el Espíritu Santo puede dar,  ya que el reino de Dios no es de palabras sino de poder. Que todos los miembros de este reino son soldados y que nuestro Comandante en jefe es Jesucristo cuyas órdenes para nosotros son:

  • Predica el Evangelio
  • Sana a los enfermos
  • Limpia a los leprosos
  • Resucita a los muertos
  • Echa fuera demonios.

Mateo 10:7-8

Su promesa es que Él proveerá de todos los recursos necesarios para llevar a término sus órdenes y ninguno será excluido de esta provisión. Hechos 2:17-18.

Hoy, queremos ver algunas de las cosas que pasarán si llevamos a cabo Sus órdenes a medida que continuamos nuestro estudio de las manifestaciones del Espíritu Santo.

CUANDO EL ESPIRITU SANTO SE MANFIESTA NACE LA LUZ

Donde quiera que los hijos de Dios llenos del Espíritu Santo predican o testifican, siempre nace la luz, es decir, las personas nacen de nuevo. Porque todos los Cristianos nacidos de nuevo son luz. Esto es porque Dios es Luz y Sus hijos son automáticamente luz también. Dios hizo el sol, el cielo y las estrellas para dar luz física, pero nos creo a nosotros para dar luz espiritual al mundo. Donde quiera que se predica el Evangelio bajo el poder del Espíritu Santo, la luz brilla en los corazones entenebrecidos y el entendimiento del hombre es ilustrado y se vuelve un nacido de nuevo. Así como los cielos declaran la gloria de Dios , todos los soldados de la cruz son llamados a hacer lo mismo trayendo más gente a la luz.

Gen. 1:1-3; Santiago 1:17; Deut. 4:19; Mat. 5:14-16; Is. 60:19; Juan 1:9; 18:12; II Cor. 4:6; Efesios 1:18; I Juan 1:5; Salmos. 84:11; Isa. 54:7; Apocalipsis. 21:23; 22:5; Salmos. 19:5; I Pedro. 2:9.

CUANDO EL ESPIRITU SANTO SE MANIFIESTA HAY GOZO, CUANDO HAY GOZO, EL ESPIRITU SANTO SE MANFIESTA

Cuando el Espíritu Santo se manifieste a través de Sus hijos, habrá sanidades y milagros. Por consecuencia, habrá gozo. Por otra parte, si queremos que el Espíritu Santo se manifieste, podemos empezar regocijándonos. Por lo tanto, si queremos que el Espíritu Santo se manifieste perpetuamente en medio nuestro, tenemos que regocijarnos perpetuamente. Ya sea mientras que esperamos un milagro, en medio de pruebas y tentaciones. En persecuciones o sufrimientos podemos forzar al Espíritu Santo a que se manifieste simplemente regocijándonos.

Hechos 3:1-8; 8:5-8; Jos. 6:15-16, 20; II Crónicas. 20:21-22; Hechos 16:25-26; Filipenses. 4:4. Filipenses. 3:1; Rom. 12:12; Rom. 5:2-3; Samos. 34:1-2; 145:1-3; 146:1-2; Mat 5:11-12; Hechos 5:40-41; I Tesalonicenses. 5:16-16; Santiago 1:2-4; I Pet. 4:13.