Memoriza: No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.» 1 Juan 2:15
Lee: 1 Juan 2:15 – 17
15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
BIBLIA EN UN AÑO. Salmos 63 – 65
MENSAJE
En el versículo a memorizar de hoy, el apóstol Juan nos ordena no amar al mundo y advierte de que no podemos amar a Dios y al mundo al mismo tiempo. él nos urge también diciendo que no debemos de implicarnos en las obras de la oscuridad que se enumeran en Efesios 5:4,5 y 12;
"ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen... Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios...porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto."
¿Por qué sin embargo, hay ladrones en las congregaciones de las Iglesias hoy en día? ¿Por qué hay prostitutas en el Coro? ¿Por qué las relaciones extra maritales son algo común entre los creyentes? La respuesta es simple: la mundanidad está a la orden del día. El espíritu del «hazte rico rápidamente» está predominando entre los creyentes que han olvidado el consejo de Pablo, de estar contentos con lo que tienen (1 Timoteo 6:6 – 11). La filosofía que está creciendo en la Iglesia de que «el fin justifica los medios», es contraria a la palabra de Dios que dice que todos tienen que rendir cuentas de sus acciones (Romanos 14:12).
Otra razón para el crecimiento de la mundanidd en la Iglesia es que los hijos de la luz han hecho del lugar de adoración un sitio cómodo para los hacedores de maldad. Muchos creyentes están ahora viviendo una vida llena de compromisos que les conducen a la muerte. La integridad es considerada ahora, algo de la «vieja escuela».
¿Cómo podemos cambiar esta situación? La Biblia dice en Efesios 5:7 -8;
"No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz"
La Biblia también dice en Romanos 13:12 – 14;
«La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.»
Por lo tanto, caminemos como hijos de luz (Efesios 5:8) y separémonos de toda forma de mundanidad. Que la segunda venida del Señor no nos sorprenda desprevenidos, en el nombre de Jesús.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, concédeme la gracia, para estar atento y vigilante, para que en el día del Señor, no me sorprenda desprevenido, en el poderoso nombre de Jesús.