DEVOCIONAL DE LOS CIELOS ABIERTOS
Memoriza:«Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?» Marcos 8:36
Lee: Apocalipsis 3:14 – 19
El mensaje a Laodicea
14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente!
16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
BIBLIA EN UN AÑO: Nehemías 9 – 10
MENSAJE
Muchas veces en las Escrituras, Jesús advierte a los creyentes en contra de la lujuria del mundo. Como Cristianos, estamos obligados a poner nuestro deseo en las cosas celestiales para que no seamos atraídos por la codicia. Nuestro versículo a memorizar de hoy posee una gran pregunta en la que todo creyente debería reflexionar.
Amado, ¿cual es tu estado a nivel espiritual hoy? En la lectura Bíblica de hoy, nuestro Señor acusó a la Iglesia de Lodicea de ser tibia; ellos no eran ni calientes ni fríos. ¿Qué puedo causar esto? La respuesta es simple: Se habían dejado llevar por las posesiones materiales. Desafortunadamente la Iglesia de hoy en día, es justo como la de Lodicea; los servicios se han convertido en un jaleo y tienen ministros que no son verdaderos ministros. Jesús describió la Iglesia en Apocalipsis 3:17 como «… desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.». Esto nos dice una cosa: si no se administra apropiadamente, las posesiones materiales pueden ser muy peligrosas.
Puede ser más fácil para una persona ayunar cuando a penas tiene nada para comer, que cuando su cocina está repleta con todo tipo de comida. Recuerdo que, hace muchos años, cuando mi comida era a penas un plátano al día. En aquellos tiempos si quería comer dos plátanos al día, tenía que ayunar al día siguiente. Se necesita la gracia de Dios y una fuerte determinación para ayunar cuando tu despensa está repleta de comida variada. De la misma manera, quizás no le cueste mucho a una mujer vestirse para ir a la iglesia el domingo por la mañana, cuando todo lo que tiene son solo dos pares de zapatos. Sin embargo, cuando tiene que elegir unos zapatos a juego con su vestido, teniendo muchos pares de zapatos, quizás le resulte difícil llegar a tiempo a la iglesia. Si el Rey Salomón pudo pedir a Dios que quitara la vanidad de las riquezas en su vida, ¿cuánto más nosotros? (Proverbios 30:7 – 9).
Dios llamó a Adán después de que éste hubiera vendido su vida a Satanás y a las tres tentaciones principales de la historia – la lujuria de la carne, la de los ojos y el orgullo de la vida. Él respondió diciendo que se estaba escondiendo porque se había dado cuenta de que estaba desnudo. Él tenía razón: las riquezas sin Dios son desnudez espiritual. Amado, no te dejes engañar. Solo Jesucristo puede satisfacer; nada más puede hacerlo – ni siquiera todas las posesiones de este mundo.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor hazme arder por Ti para que yo permanezca incluso más ardiente hasta Tu segunda venida.