Sobre las Puertas Abiertas

PRIMER SEMINARIO DE PUERTAS ABIERTAS

SOBRE LAS PUERTAS ABIERTAS

El primer seminario y reunión sobre puertas abiertas de la iglesia, tuvo lugar en Hechos 14. Ahí, la iglesia fue reunida para un diálogo a puertas abiertas. Vamos a ver de que  trató el diálogo.

“Y habiendo predicado (Pablo y sus acompañantes) la palabra en Perge, descendieron a Atalia. De allí navegaron a Antioquía….Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.” (Hechos 14:25-27).

¿Has visto eso? Pablo y los que acompañaban habían vuelto de Antioquía después de un tour de evangelización en el mundo de los Gentiles. Entonces ellos reunieron a la iglesia para hablarles de la puerta abierta. Pero, ¿qué puerta abierta? No era nuestro tipo de puerta abierta. Pablo habló sobre la puerta abierta de la fe, la cual Dios le había concedido a los Gentiles. De como Dios había abierto Su presencia a los Gentiles y les había dado la Gracia para creer. Esa era la puerta abierta de la que Pablo estaba hablando, puerta abierta de fe para los incrédulos, para que éstos creyeran en el evangelio.

Querido Pastor, cuando reúnes a tu iglesia para puertas abiertas, ¿qué es lo que tienes en mente realmente? Ahora juzguémonos a nosotros mismos. ¿La última vez que organizaste un seminario de puertas abiertas, que es lo que le dijiste a la congregación en realidad? ¿No era todo sobre dinero y negocios y éxito material? Entonces, ¿de dónde estás obteniendo tu propio significado de puertas abiertas? ¿de la palabra de Dios o de otro sitio? Pablo dijo que los seminarios de puertas abiertas había que organizarlos para hablar de fe para los que no han sido alcanzados, fe para los incrédulos, los Gentiles, fe para hacerles creer. ¡No tiene nada que ver con el dinero! Dios provee el dinero para Su obra, pero esa no es la puerta abierta. La puerta abierta es una jerga espiritual. Vamos a dejar de abusar de esta expresión, antes de que la furia de Dios venga sobre nosotros. El dinero es importante. El dinero es necesario. Pero el dinero no es la puerta abierta de la que Dios quiere que hablemos. No deberíamos de adorar a Mamón de nuevo.