DEVOCIONAL DE LOS CIELOS ABIERTOS
Memoriza:«Jehová será refugio del pobre, Refugio para el tiempo de angustia.» Salmos 9:9
Lee: Salmos 71:1 – 2
Oración de un anciano
71 En ti, oh Jehová, me he refugiado;
No sea yo avergonzado jamás.
2 Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame.
BIBLIA EN UN AÑO: Ezra 6 – 7
MENSAJE
El conocimiento, particularmente el conocimiento que viene de Dios, es poder. Por eso Pablo en Filipenses 3:10 oró así:
"a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,"
El Todopoderoso es nuestro refugio seguro y fortaleza. Sin embargo, eso solo se aplica si tú eres Su hijo. Un refugio es un lugar donde esconderse cuando acechan los problemas. Para i este lugar es la presencia de Dios.
A veces, el esconderse no es una señal de cobardía. Esconderse puede ser un acto de sabiduría, si te estás escondiendo con el Refugio Seguro. Incluso los guerreros gigantes aprendieron a esconderse, es una estrategia militar. Hay varias ocasiones en la biblia donde Dios le dijo a Sus profetas que se escondieran. En 1 Reyes 17:1 – 3, Elías pronunció en la presencia de un rey que no habría lluvia hasta que él lo ordenara. Inmediatamente después él se escondió, Dios le dijo que se escondiera. ¿No es esto extraño? ¿Acaso tenía Dios miedo del rey? Definitivamente no! Cuando Dios dice que debes esconderte, lo que significa es que la batalla ya no es tuya sino Suya. He aprendido a esconderme cuando Dios dice que debo hacerlo. En Mateo 2:13 – 15, Dios le dijo a Jose que tomara a María y al bebe Jesús y se escondieran. Incluso el Hijo de Dios tuvo que ser escondido. Él estuvo escondido para que Dios pudiera lidiar con Herodes. Finalmente Herodes fue golpeado por un ángel y después se lo comieron los cuervos (Hechos 12:21 – 23). Si Dios me pide que me esconda, para que Él puede luchar por mi, yo lo haré gustosamente.
Como el Salmista en Salmos 71:1 – 2, cuando nuestra confianza en el Señor sea total, no necesitaremos a nadie para que nos persuada para poner nuestra fe en acción. Uno de mis hijos me contó la historia de cómo él destruyó todos sus amuletos y encantamientos después de dar su vida a Cristo. De esta manera, se convirtió en algo difícil para él pensar en volver a esas cosas. Presta atención al segundo versículo de nuestra lectura Bíblica de hoy:
"Socórreme y líbrame en tu justicia; Inclina tu oído y sálvame."
Solo la justicia de Dios puede hacernos victoriosos en contra de los ataques del enemigo. Una vida de santidad hace que Dios incline su oído a nuestro clamor en tiempos de tribulación. La promesa de Dios en Salmos 91:14 – 15 para aquellos que le aman, conocen Su nombre y guardan Sus mandamientos. Oro a Dios para que sea tu refugio desde hoy en el poderoso nombre de Jesús.
LLAMADA A LA ACCIÓN: Pon tu confianza en el Señor y huye de todas las alternativas mundanas desde hoy.