Escuela Dominical

DIVORCIO Y SEGUNDAS NUPCIAS

ESCUELA DOMINICAL – LECCIÓN 35

VERSÍCULO A MEMORIZAR:» Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales» Malaquías 2:16

PASAJE BÍBLICO: Mateo 19:3 – 12

Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?

Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo,

y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?

Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.

Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?

El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así.

Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.

10 Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse.

11 Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado.

12 Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.

INTRODUCCIÓN: De acuerdo con la Biblia, el matrimonio es un compromiso de por vida (Mateo 19:6). Aunque Dios también es consciente de que, ya que el matrimonio implica dos seres humanos pecadores, los divorcios van a ocurrir. Él estableció algunas leyes, en el Antiguo Testamento, para proteger los derechos de los divorciados, especialmente de las mujeres (Deuteronomio 24:1 – 4). Sin embargo, Jesús señaló que estas leyes fueron dadas porque la dureza de los corazones de las personas, y no porque esas leyes fueran el deseo de Dios (Mateo 19:8). Por lo tanto, es importante recordar Malaquías 2:16.

BASES PARA EL DIVORCIO

La Biblia da dos claras bases de divorcio: inmoralidad sexual (Mateo 5:32; 19:9) y el abandono por parte de uno de los cónyuges que es no creyente (1 Corintios 7:15). Incluso en estos dos casos, el divorcio no es requerido, ni se anima a ello. Lo más que se puede decir es que la inmoralidad sexual y el abandono, son bases (una provisión) para el divorcio. La confesión, el perdón, la reconciliación y la restauración son siempre los primeros pasos. El divorcio debe de ser visto solamente como el último recurso.

Las bases adicionales más frecuentes por las que las personas también piden el divorcio son abuso o agresión (emocional o físico), abuso de menores, adicción a la pornografía, uso de drogas/ alcohol, crimen/prisión, y el mal manejo de las finanzas (como puede ser el gastarse el dinero en el juego). Ninguna de estas razones puede decirse que sean bases Bíblicas para el divorcio explícitamente. Sin embargo, no podemos, por ejemplo, imaginar que es el deseo de Dios que una mujer permanezca con una marido que abusa de ella o de sus hijos, física o emocionalmente. Si la vida de ellos corre peligro. la separación es el paso apropiado. Incluso en esta situación, un tiempo de separación con el objetivo del arrepentimiento y la restauración debe de ser lo ideal, no necesariamente se debe empezar de inmediato a realizar los trámites para el divorcio.

El daño, la confusión y la frustración que la mayoría de las personas experimentan después de un divorcio, son ciertamente parte de la razón por la que Dios odia el divorcio. Aún más difícil Bíblicamente hablando, que la cuestión del divorcio, es la de casarse de nuevo, o segundas nupcias.

BASES PARA LAS SEGUNDAS NUPCIAS DESPUÉS DEL DIVORCIO

La controversia sobre si el divorcio o las segundas nupcias están permitidas, de acuerdo con la Biblia, gira primeramente en torno a las palabras de Jesús en Mateo 5:32 y 19:9. La frase «excepto por infidelidad matrimonial» es la única cosa en la Escritura que puede dar posiblemente el permiso de Dios para el divorcio y las segundas nupcias. Las relaciones sexuales son una parte integral de la unión del matrimonio: «los dos se convertirán en una sola carne» (Génesis 2:24, Mateo 19:5, Efesios 5:31). Por lo tanto, cualquiera rotura de ese lazo, por medio de las relaciones sexuales fuera del matrimonio, puede ser una razón que permita el divorcio. Sin embargo, Dios odia el divorcio y las parejas deben aprender a perdonar y empezar a reconstruir su matrimonio.

Algunos entienden 1 Corintios 7:15 como otra «excepción», que permite las segundas nupcias si una de las partes que es no creyente, se divorcia del creyente. Sin embargo, el contexto no menciona las segundas nupcias, sino que solo dice que el creyente no está sujeto a continuar en el matrimonio si su esposo o esposa no creyente quiere marcharse. Cualquier creyente en esta situación debe de consultar con el liderazgo de la Iglesia para una consejería apropiada.

También debemos de tener en cuenta que Dios a veces llama a algunas personas a permanecer solteros para que su atención no esté dividida (1 Corintios 7:32 – 35).

CONCLUSIÓN: Independientemente de las bases para el divorcio, una pareja puede, a través de la gracia de Dios, aprender a perdonar y empezar a reconstruir su matrimonio

PREGUNTAS

  1. ¿Cuáles son las bases Bíblicas para el divorcio?
  2. ¿Existe alguna base para las segundas nupcias después del divorcio?

OTRA LECTURA

TAREA: Menciona cinco razones por las cuales los divorcios son tan abundantes en nuestra sociedad moderna