Devocional Cielos Abiertos

DAD Y SE OS DARÁ

DEVOCIONAL DE LOS CIELOS ABIERTOS

Memoriza:Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.” Proverbios 11:24

Lee: Lucas 6:38

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

BIBLIA EN UN AÑO: Mateo 23 – 24

MENSAJE

Los que dan siempre consiguen la atención del Cielo; Se esto por la historia de la mujer Sunamita en 2 Reyes 4:8 – 17. Cuando haces lo que Dios quiere, Él te responderá cubriendo tus necesidades de manera sobrenatural y rápidamente. La mujer Sunamita curó de Eliseo, ella demostró un compromiso poco común hacia el hombre de Dios. Como resultado, un día, el Espíritu de Dios guió a Eliseo para que la preguntará qué es lo que necesitaba. El hombre de Dos averiguó que ella no era fértil y él profetizó sobre su vida en 2 Reyes 4:16 – 17;

"Y él le dijo: El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva. Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho."

Sin fallar, la palabra de Dios a través de Eliseo, sucedió. Amado, cuando tu das a Dios en sacrificio, lo imposible se volverá posible en tu vida. Me acuerdo de un hermano que se ofreció voluntario para ser mi chófer y llevarme a cualquier sitio mientras que estaba de tarea ministerial en la zona este de Nigeria. Cuando era el momento de marcharme, le di un dinero en seña de apreciación de su gesto amable, diciendo “Hermano, por favor dale este pequeño regalo a tus hijos”. Su respuesta me sorprendió. Él gritó “Amén” continuamente y en oración. Le pregunté al pastor al cargo de la provincia porque el hermano estaba tan entusiasmado con el regalo que le había dado para sus hijos. Me dijeron que aunque el hermano era muy rico, no tenía ningún hijo. Y yo dije, Dios le sorprenderá con un milago. Cuando visité la ciudad el año siguiente, el mismo hermano estaba en el aeropuerto para atenderme. Sin embargo en esta ocasión él me sorprendió a mi con un regalo. Con lágrimas de gozo que rodaban por su rostro, él dijo “Este es un regalo de mi primer hijo”. Aquel que no había tenido ningún hijo por muchos años, se convirtió en un orgulloso padre de manera milagrosa, simplemente ofreciéndose para a ser el chófer de un sirvo de Dios con su coche, y creyendo en la palabra del Señor. Todo reproche en su vida fue quitado. Oro por que tu próxima ofrenda traiga un regalo que el dinero no pueda comprar, a tu vida en el nombre de Jesús. Empieza a dar en sacrificio desde hoy, y el Señor te bendecirá más allá de todo lo que hayas soñado.

LLAMADA A LA ACCIÓN: Mira a tu alrededor, encuentra a alguien que esté sufriendo necesidad y bendícele.