DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS PARA ADOLESCENTES
Memoriza:«Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;» Hebreos 13:5
Lee: Génesis 24:29 – 34
29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,
30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.[a]
31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.
32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.
34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
MENSAJE
El tema de hoy es un asunto serio entre los jóvenes y se necesita que se hable de ello. Suplicar es una seña de codicia. Cualquier que suplica no está contento con lo que que tiene y quiere tener lo que le pertenece a otra persona. Algunas personas no pueden apartar la mirada de cosas o comida que no les pertenece a ellos, como si su supervivencia dependiera de ello. Esta actitud es un vicio que debes de tratar conscientemente y en oración, si eres culpable de ello.
¿Sabías que muchos han sido iniciados en la brujería como resultado de aceptar comida de alguien? Si no te comes esa comida no te pasará nada. En nuestra lectura Bíblica de hoy, Esaú dijo;
"Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?" Génesis 25:32
Jacob sabía que a su hermano le gustaba la comida, así que preparó una trampa para él, usando la comida. ¿Sabías que si Esaú no hubiera comido el potaje, no hubiera vendido su primogenitura? No vendas tu primogenitura al diablo a través de desear la comida o las pertenencias de otras personas.
PUNTO DE REFLEXIÓN: Deja de suplicar, contentate con lo que tienes.