CONVIRTIÉNDOSE EN UN CIUDADANO DEL REINO DE DIOS
Existe lo que se llama el espíritu de Babilonia. También es conocido como el espíritu de Jezabel, y se manifiesta en las personas de muchas maneras, como Orgullo, Amargura, Resentimiento, Ira, Envidia, Falta de Perdón, Malicia, Alejarse de Dios, Murmuraciones, Quejarse Constantemente, Rebelión, Desobediencia, Impaciencia, Egocentrismo, Amor Propio, Una Ambición Descontrolada o Irracional, Buscar la Independencia, Pensar Demasiado en Ser Auto-suficiente, Comportamientos Inmorales o Pensamientos Inmorales, Espíritu de Mentira, Auto-afirmación (querer que el amor se vea o exprese notoriamente), Espíritu Dominante, Espíritu Controlador, Falta de Sumisión, Avaricia, Codicia, Ser Mundano, Materialismo, Egoísmo, Vanidad/Vanagloria, Hipocresía, Pretencioso (Falta de Sinceridad), Estar Inquieto por Dentro, Falta de Una Verdadera Paz y Gozo, Miedo a la Pobreza, Miedo a no ser Respetado, Miedo a la Opinión Pública, Miedo a la Opinión Familiar (por encima del temor de Dios), Falta de una Verdadera Confianza en Dios, Espíritu Religioso, Demasiadas Actividades (para cubrir nuestro vacío espiritual), Menospreciar a las Personas, Arrogancia Espiritual, Obreros de Iniquidad (hacer la obra de Dios sin complacer a Dios), Lengua Afilada, Auto-justificación (poner excusas a nuestros fracasos o cuando hemos hecho algo mal), Falta de Arrepentimiento, Propagar Falsedades, Miedo a la Muerte, Miedo al Diablo, Reaccionar como una Serpiente (cuando se nos amonesta especialmente en público), Grandes Pensamientos de Venganza, Pereza, Ser demasiado Ruidoso, Lentitud, Frustración, Espíritu de Aburrimiento, Falta de Coraje, Timidez, Ser desagradecido, Espíritu No Enseñable (creer que lo sabes todo), No Respetar a la Autoridad, Ser Chismoso o Hablar más de la Cuenta, Criticismo, Ir llevando y trayendo Rumores, No ser de Fiar, Falta de Dignidad, Toda naturaleza carnal, Toda injusticia.
Todos estos son comportamientos de Jezabel o Babilónicos que Dios detesta. La mujer de Babilonia está al cargo de ellos. En Apocalipsis 17:1 – 7 Juan dice; «Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas;« Como nos muestra Apocalipsis 17:1 el juicio de la gran ramera que se sienta en muchas aguas, y la definición Bíblica de aguas es gente, naciones, multitu
des lenguas y lenguajes. Apocalipsis 17:5 define a la mujer que se sienta sobre nosotros, y nos dirige causando que vivamos una vida de lujos y excesos, haciendo que cometamos fornicación espiritual y física, empujándonos a beber el vino de la abominación.
La mujer está adornada con cosas bonitas que encantan al hombre, y también lleva la copa de oro. Ella seduce al hombre a través de su copa, porque el hombre se siente atraído por su resplandor, sin saber que dentro está llena de la inmundicia de su fornicación. En su frente está esta inscripción grabada: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Porque esta mujer es la artífice de todos estos comportamientos que poseemos, tenemos que resistir toda abominación y estilo de vida de maldad que ella ha depositado en nosotros. Ella debe de marcharse. Dios del cielo está haciendo este llamamiento para que nos separemos de Babilonia.
Hermano, hermana, clama hoy exponiendo todos estos comportamientos demoníacos que has encontrado en tí mismo y empieza a luchar contra ellos aceptando este nuevo mover de Dios llamado la Escuela del Espíritu Santo, en el cual puedes pasar tiempo en la presencia de Dios, por medio de la cual te encontrarás en la fábrica del Señor, donde Dios te hará alimento para su maquina como materia prima para Su producción. Tienes que tener un tiempo de Pacto con el Señor todos los días.
Es una tragedia que los Cristianos hayan abandonado su posición para ser ahora hijos de satanás, y ahora paree que las personas se benefician más en servir a dioses. Mira, parecer como si los dioses paganos se estuvieran beneficiando de aquellos que les sirven y solo Jesús saliera siempre perdiendo por causa de sus hijos, porque nadie tiene tiempo ya para Él. Nadie mira Su rostro para ver si Él está feliz o no. Nadie le pregunta a Jesús que puede hacer por Él, como le puede ayudar, pero nosotros siempre le estamos pidiendo a Jesús una cosa u otra.