Convirtiéndose en un Ciudadano del Reino de Dios

EL PROCESO DE REFINADO (III)

CONVIRITIÉNDOSE EN UN CIUDADANO DEL REINO DE DIOS

Vamos al libro de los Salmos 66:10 – 13, que dice;

10 Porque tú nos probaste, oh Dios;
Nos ensayaste como se afina la plata.
11 Nos metiste en la red;
Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga.
12 Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza;
Pasamos por el fuego y por el agua,
Y nos sacaste a abundancia.
13 Entraré en tu casa con holocaustos;
Te pagaré mis votos,

Este es el tipo de palabras que pueden salir de la boca de aquellos que han sido refinados por Dios. Estas personas ahora pueden llamar a Dios su Dios, y Dios les llamará su pueblo, porque han pasado por el fuego del refinado y esto ha sacado a relucir las cualidades que Dios está buscando, como lo son la Humildad, la Sumisión, la Paciencia, el Amor a Dios y al hombre, la Amabilidad, la Mansedumbre, la Fe, la Bondad, la Paz y muchos otras.

Volviendo a ti, mi querido hermano o hermana, ¿estás listo para pasar por este proceso?. En caso de que estés pretendiendo ser un hijo de Dios bajo el disfraz de «nacido de nuevo», pero continuas rompiendo el corazón de Dios haciendo el mal cada día. No importa si te estás saliendo con la tuya o no, simplemente debes daber que si tu no cambias, tu recompensa estará en el lago de fuego.

Quizás seas el Pastor Presidente de una iglesia, Pastor, Reverendo o Arzobispo, no importa, solo recuerda que Dios no distingue títulos. Cualquier cosa que tú siembres, es lo que cosecharás.

La palabra de Dios dice en el libro de Deuteronomio 32:10;

Le halló en tierra de desierto,
Y en yermo de horrible soledad;
Lo trajo alrededor, lo instruyó,
Lo guardó como a la niña de su ojo.

Imagínate a alguien que está en un lugar como ese, Dios lo rescata, lo limpia, le guía y finalmente le hace el preferido ante sus ojos. ¿No es algo para celebrar? Ahora mira lo que sucedió en el versículo 15;

Pero engordó Jesurún, y tiró coces
(Engordaste, te cubriste de grasa);
Entonces abandonó al Dios que lo hizo,
Y menospreció la Roca de su salvación.

Este es le carácter de las personas que se hacen llamar pueblo de Dios aún cuando Él les revivió y los levantó cuando estaban en ruinas. ¿Sabes que muchos vienen a Dios solo por las cosas materiales que piensan que Dios puede darles, y cuando las obtienen, se alejan de Dios?. Y algunos cuando no consiguen esas cosas materiales, maldicen a Dios. No vinieron a Dios por causa de sus almas. Mira lo que Dios amenaza con hacerle a personas como estas, como dice el versículo 26;

Yo había dicho que los esparciría lejos,
Que haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos,

Qué palabra!.

Querido hermano, querida hermana, ¿estás tú entre aquellos a los que Dios rescató del desierto, y de una tierra desolada, y a los Él guió, instruyó, y protegió com Sus protegidos?

Y tú Jerusulún, comes y te engordas y le golpeas la roca que te salvó. Recuerda, hay un camino que parece correcto a los ojos del hombre, pero ese mismo camino conduce a la destrucción.