Devocional Cielos Abiertos

EL ESPÍRITU, LA PALABRA Y LA SANGRE

DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS

Memoriza:Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.” 1 Juan 5:7

Lee: Hebreos 12:22 – 25

22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,

23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,

24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.

BIBLIA EN UN AÑO: Números 14 – 15

MENSAJE

El Espíritu, la palabra (de Dios) y la sangre (de Jesús), son tres armas potentes e irresistible de la batalla espiritual, que Dios el Padre provee para Sus hijos. Juan 6:63 dice;

“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.”

Juan 1:3 habla también sobre el inmenso poder de la palabra. Dice “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.”

Por eso la palabra puede poner cualquier anormalidad en tu vida bajo control, así como Él lo hizo en Génesis 1:1 – 3 trayendo orden a un mundo que estaba lleno de caos.

De Génesis 1:1 – 3, verás que el Espíritu y la palabra se complementaban el uno al otro para traer orden a la tierra. Sin embargo, el pecado alteró el plan de Dios para la humanidad. Se necesitó la sangre de Jesús para rescatar a la humanidad de la condenación eterna. Amado, solo cuando has permitido que la sangre de expiación de Jesús trate el pecado en tu vida, experimentarás salvación (Hebreos 9:28). Es en ese momento cuando el diablo y la calamidad, incluida la muerte, perderán todo poder sobre tu vida.

Así pues, cuando un hijo de Dios está lleno con el Espíritu Santo, y a la vez armado con la palabra de Dios y la sangre de Jesús, podemos decir que la victoria está totalmente decidida a su favor. ¿Por qué entonces algunos creyentes se resignan a la derrota? Algunos se involucran en pecados tan vergonzosos, que cuando son confrontados con estos pecados dicen “es la obra del diablo”, como si Juan 10:10 hubiera sido totalmente borrado de la Biblia. Estas personas no honran la palabra de Dios obedeciéndola, así que ésta no puede obrar en sus vidas.

Cuando alguien que se hace llamar hijo de Dios muestra indiferencia descaradamente por la palabra de Dios que dice “Absteneos de toda especie de mal.” (1 Tesalonicenses 5:22), y continua practicando la inmoralidad sexual, la palabra no puede obrar en esa persona, la sangre de Jesús no será efectiva en su caso. Oro por que el Espíritu Santo, la palabra de Dios, y la sangre de Jesús obre poderosamente en tu vida en este tiempo en el nombre de Jesús. Para que esto suceda, debes de asegurarte de que no entristeces al Espíritu Santo (Efesios 4:30)

Llamada a la Acción: Empieza a aplicar adecuadamente la palabra de Dios en tu vida. Clama la sangre de Jesús sobre toda situación negativa en tu vida, y no entristezcas al Espíritu Santo.