DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS PARA ADOLESCENTES
Memoriza:“¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición.” Proverbios 22:29
Lee: Efesios 2:10
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
MENSAJE
Una habilidad puede ser innata o aprendida. Si es innata, no te costará hacerla. Todos nacemos con distintas habilidades (talentos y dones) que nos diferencian a los unos de los otros.
Una habilidad puede reforzarse y mejorarse hasta el punto de darte una identidad única. Cuando piensas en varios sectores industriales tales como la educación, la tecnología, la banca, el entretenimiento, etc, algunas personas se han convertido en iconos significativos de esos sectores.
Éstas personas probablemente sean personas que prestaron atención a sus habilidades y con el tiempo las perfeccionaron hasta dominarlas.
Ya sea que adquieras tus habilidades o las tengas de forma innata, siempre puedes mejorarlas. Busca una escuela o un mentor del que puedas aprender. Aprende algo nuevo sobre esa habilidad cada día y practica lo que aprendas.
No dejes de mejorar tu habilidad hasta que te conviertas en un experto en la materia. Recuerda también glorificar a Dios a través de tu habilidad, cuando hagas esto, experimentarás una vida plena. Por ejemplo, a mi me encanta tocar el piano, hacer deportes y enseñar. A mi mujer le encanta cantar, cocinar y enseñar.
Hoy en día, usamos nuestras habilidades para servir a Dios y las mejoramos cada día.
Punto Clave: Siempre se puede mejorar