MAÑANA PUEDE SER DEMASIADO TARDE
Memoriza: «y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.» Mateo 3:2
Lee: Hechos 5: 1 – 10
Ananías y Safira
5 Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad,
2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.
3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
6 Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron.
7 Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido.
8 Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto.
9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.
10 Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.
BIBLIA EN UN AÑO: Éxodo 38 – 39
MENSAJE
Cuando las personas oyen el tema de hoy, sienten que el predicador solo está intentando manipularles para rendir sus vidas a Cristo inmediatamente. Un predicador no necesita manipularte; si dice que mañana puede ser demasiado tarde, sabe de lo que está hablando. He visto muchas veces, como una persona no tiene la oportunidad de arrepentirse antes de que él o ella muera y vaya a enfrentarse al juicio en el cielo. Se negaron a arrepentirse cuando tuvieron la oportunidad hasta que se hizo demasiado tarde.
Había un jefe al que había estado predicando por dos años, que seguía diciendo que se arrepentiría pero aún no. Un día, de repente tuvo un ataque al corazón pero en su agonía consiguió a decirle a su gente que fueran a buscarme. Fui y oré por él y Dios le sanó. Entonces le dije «Jefe, siento que Dios le acaba de dar una segunda oportunidad. ¿Vas a darle tu vida?» Él dijo «Aún no» La siguiente vez que escuché algo sobre él ya había muerto.
Había otro hombre que estaba enfermo y al borde de la muerte. Fui y oré por él, pero cada vez que iba la hospital, por alguna razón u otra, no podía verle. Seguí intentando verle un par de días más pero no pude. Al final cuando parecía que podría verle al día siguiente, llegué al hospital y me dijeron que había muerto. Si tan solo hubiera tenido la oportunidad de verlo, le hubiera pedido que diera su vida a Cristo primeramente antes de orar por él. Si él hubiera muerte después de eso, por lo menos habría sabido que había ido al cielo.
Hubo otro hombre – un Pastor, algunas personas le consideraban un gran hombre de Dios. Me dijeron que estaba cometiendo inmoralidad sexual con chicas y el lo negó, así que formé un comité para investigar el asunto. Mientras tanto, puse al pastor en suspenso. Las personas que estaban investigando trajeron evidencia para probar que era culpable de las alegaciones en contra de él. El plan era guiarle por un proceso de arrepentimiento, pero mientras que la investigación aún se estaba llevando a cabo, él murió en un accidente de coche.
Amado, puede parecer que siempre habrá tiempo para arrepentirse y empezar a vivir en santidad, pero mañana realmente puede ser demasiado tarde. Todo el mundo tiene una copa, el día que la copa se lleno es el día en el que se acaba el tiempo de esa persona para arrepentirse. Por tu propio interés, deja ese pecado y empieza a vivir en santidad hoy. Una palabra es suficiente para el sabio.
Punto Clave: Mañana puede ser demasiado tarde.