Devocional Cielos Abiertos

NO PARA LOS PERROS

NO PARA LOS PERROS

Memoriza: «Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.» Mateo 15:26

Lee: Isaías 59:1 – 2

Confesión del pecado de Israel

59  He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír;

pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

BIBLIA EN UN AÑO: Hechos 1 – 3

MENSAJE

Muchas personas ven a Dios como a un mago. Vienen a Él solo cuando necesitan ver un «truco de magia»; aunque digan que quieren un milagro. Ese tipo de personas quieren vivir como les plazca, y aún así tener a Dios haciendo milagros para ellos siempre que lo necesiten. Me rio cuando me encuentro con una de esas personas.

Jesús dijo que Dios es nuestro Padre y se que Él prefiere que se le trate como tal. Si no me crees, lee Mateo 6:9. Él enseñó a sus discípulos a orar diciendo «Padre Nuestro» Dios quiere que las personas tengan comunión con Él por quien es y no simplemente por los milagros que puedan conseguir de Él. Pienso en ello, si Dios creó al hombre con el único propósito de buscarle a Él por milagros, entonces el Jardín del Edén no hubiera tenido todo lo que el hombre necesita para sobrevivir.

Si no tienes una relación con Dios y no tienes comunión con Él regularmente, entonces Él no es tu Padre. Sus milagros son para Sus hijos solamente, así que no te molestes en ir a Él en busca de milagros.

Lo gracioso del asunto es que cuando los pecadores vienen a Dios solo por los milagros, cuestionan Su poder cuando no obtienen el milagro. El problema sin embargo, están en ellos y no en Dios. La Biblia dice:

«Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.» Salmos 66:18

Hace unos años, a una mujer le dieron que yo tenía una unción especial para hacer que los que eran estériles llevaran fruto, así que ella vino a nuestra Convención, en esos días, no éramos tantos así que podía imponer mis manos en todos los asistentes sin esfuerzo. Cuando ella vino impuse mis manos sobre ella y ella cayó bajo la unción. Un año después, ella volvió quejándose de que a pesar de mis oraciones, ella seguía siendo estéril. Iba a orar por ella de nuevo cuando el Señor me dijo «Pregúntala cuantos amantes tiene» Si no hubiera reconocido la voz de Dios, hubiera sido difícil preguntar porque ella era un mujer rica y poderosa. Reuní algo de coraje y le dije «Emm… ¿cuantos amantes tiene usted Señora? «Seis» respondió ella. Entonces le dije «Tienes un marido y también tienes seis amantes . ¿Cómo puede usted entonces, esperar que Aquel que es el Santo de Israel te de un hijo?

Los milagros de mi Padre solo son para Sus hijos. ¿Eres tú Su hijo?

Punto Clave: Para poder obtener milagros debes vivir una vida de santidad.