Devocional Cielos Abiertos

CREYENTE SOLO CARA A LA GALERÍA

CREYENTE SOLO CARA A LA GALERÍA

Memoriza: «No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.» Mateo 7:21

Lee: Mateo 7:21 – 23

Nunca os conocí

(Lc. 13.25-27)

21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

BIBLIA EN UN AÑO: Levítico 9 – 10

MENSAJE

Un pasaje Bíblico que me asombró cuando lo leí por primera vez es Mateo 7:22 – 23. Dice que habrán personas a las que se les llamará creyentes que habrán sanado al enfermo y echado fuera demonios en el nombre de Jesús aquí en la tierra, pero en el último día, Jesús les dirá «Apartaos de mi, hacedores de maldad, nunca os conocí». ¿No sería una decepción haber hecho tanto por Dios y entonces, en el último día, cuando se supone que debes recibir la corona, Él dice «Nunca te conocí. Puesto que Jesús no miente, entonces necesitas estar realmente seguro de que tienes una relación personal con Él mientras que estás aquí en la tierra. Necesitas revisar si tu fe es realmente desde el corazón y no simplemente una fachada. El hecho de que tu te consideras un creyente no es suficiente. 2 Corintios 10:18 dice;

«porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.»

No se trata de lo que tú te consideres a tí mismo, se trata de como te ve Dios.

Es posible estar resucitando a los muertos y aún así no ser un verdadero creyente, porque hacer milagros es un don del Espíritu Santo, mientras que Jesús dijo que los creyentes son identificados por los frutos del Espíritu. Es fácil dejarse llevar cuando empiezas a exhibir tus dones, pero debes de prestar atención al fruto si quieres ser un verdadero creyente. Examina tu vida en comparación con el fruto del Espíritu Santo como se detalla en Galatas 5:22 – 24;

«Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.»

¿Está tu estilo de vida en línea con las Escrituras? Si solo lees la Biblia cuando tienes que predicar o enseñar en el Estudio Bíblico, eres un creyente de fachada. Si puedes dirigir una reunión de oración por dos horas pero no puedes orar treinta minutos en tu habitación, eres un creyente de fachada. Si solo ayunas cuando la Iglesia dice que debes hacer, para poder decir que has participado, pero nunca ayunas por ti mismo, eres un creyente de fachada. Si condenas la fornicación y el adulterio públicamente, pero sigues teniendo pensamientos inmorales en tu corazón, eres un creyente de fachada.

Ten en cuenta que ningún creyente de fachada llegará al Cielo.

Reflexión: ¿Eres un verdadero creyente o simplemente un creyente cara a la galería?