Devocional Cielos Abiertos

COMO UN NIÑO I

COMO UN NIÑO I

Memoriza: «El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.« Juan 4:8

Lee: Mateo 18:1 – 7

¿Quién es el mayor?

(Mr. 9.33-37; Lc. 9.46-48)

18  En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?

Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,

y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.

Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.

Ocasiones de caer

(Mr. 9.42-48; Lc. 17.1-2)

Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.

!!Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero !!ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!

BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 40 – 42

MENSAJE

En la lectura Bíblica de hoy, los discípulos de Jesús estaban preguntándole «¿Quién será el mayor en el reino del Cielo?» Él contestó poniendo a un niño delante de ellos y dijo que cualquiera que quiera entrar en el reino del Cielo tiene que ser como un niño. Mateo 18:3 dice;

«y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.»

¿Qué hace a los niños buenos ejemplos? Primeramente, los niños no entienden de amargura; ellos no guardan malicia. Si tu ofendes a un pequeño pequeño y te dice que ya no jugará contigo más, cinco minutos después, probablemente le vuelvas a ver correteando por ahí de nuevo. El corazón de un niño está lleno de amor y eso es exactamente lo que Dios espera de Sus hijos. Jesús dice en Mateo 22:37 – 39;

«…Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.»

Si quieres entrar en el Cielo, tienes que amar como un niño. Los niños aman sin importar el estatus, no les importa si eres pobre o eres el presidente, juegan con todo el mundo de la misma forma. No se acuerdan de las cosas malas, si tu te portas mal con un niño ahora, cinco minutos después, él o ella se habrá olvidad del asunto.

¿Amas como un niño? ¿Muestras amor incluso a aquellos que te ofenden? ¿Discriminas en contra de la que limpia en tu oficina simplemente porque es más joven que tu? ¿Cómo le hablas a la gente de servicio en un hogar? Todas estas cosas mostrarán si eres como un niño o no. Determinarán si entrarás en el Cielo o no. Por mi parte, incluso si pisas los dedos de mis pies desde ahora y hasta mañana, no te permitiré que me mandes al infierno así que continuaré mostrándote amor. Quizás no seamos amigos porque Jesús no dijo que teníamos que ser amigos de todo el mundo, pero te seguiré amando, te perdonaré incluso antes de que me ofendas. No te desearé ningún mal o retendré tus beneficios simplemente porque me hayas ofendido.

Punto de Oración: Padre, por favor ayúdame a amar y a dar como un niño.