RESTITUCIÓN
Memoriza: “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.” Lucas 19:8
Lee: Levítico 6:1 – 5
Habló Jehová a Moisés, diciendo:
2 Cuando una persona pecare e hiciere prevaricación contra Jehová, y negare a su prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o bien robare o calumniare a su prójimo,
3 o habiendo hallado lo perdido después lo negare, y jurare en falso; en alguna de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre,
4 entonces, habiendo pecado y ofendido, restituirá aquello que robó, o el daño de la calumnia, o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló,
5 o todo aquello sobre que hubiere jurado falsamente; lo restituirá por entero a aquel a quien pertenece, y añadirá a ello la quinta parte, en el día de su expiación.
BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 29 – 31
MENSAJE
Restitución significa enmendar algo que has hecho mal. Si has robado algo, debes devolverlo ahora que eres salvo. La restitución es la prueba de que te arrepientes de los pecados cometidos en el pasado y desearías no haberlos cometido.
Me acuerdo de que hace un tiempo cuando aún era un profesor de escuela, necesitaba un colchón extra para un huésped, así que tomé uno de los dormitorios de la escuela. Después de haberse marchado mi huésped, decidí hacer restitución. Puesto que lo había usado por siete años, yo sabía que no estaría bien el ir y devolverlo simplemente, así que pague a la escuela el doble del valor del colchón. Nadie me dijo que hiciera esto, lo hice porque me di cuenta de que lo había hecho estaba mal, y quería hacer las cosas bien. Sin embargo, debes de buscar el consejo Cristiano si no estás seguro de como hacer restitución.
No hagas caso de cualquier Pastor que te diga que la restitución no es necesaria. Si verdaderamente has nacido de nuevo, el Espíritu Santo no te permitirá descansar hasta que hayas devuelto lo que quiera que tomaste erróneamente. Ahora, si estás intentando restituir por algo que sucedió mucho tiempo atrás, tienes que ser justo. Por ejemplo, si robaste un dinero hace mucho tiempo cuando ese cantidad tenía mucho valor, sería un error devolver la misma cantidad hoy. Busca cual es el equivalente de esa cantidad en el mercado actual, o cuánto interés hubiera acumulado ahora si el dueño hubiera puesto ese dinero en el banco, entonces devuelve la suma resultante. La restitución no es un acto religioso; nace de arrepentirse del pasado y un deseo de corregirlo.
“Cuando alguno diere a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón fuere hallado, pagará el doble.”
Cuando alguien pone algo a tu cuidado y esto se pierde, debes de hacer restitución, a menos que el dueño diga lo contrario.
Si pides prestado a alguien un coche y se estropea mientras que está en tu custodia, es tu responsabilidad el repararlo. Si no te puedes permitir la reparación en este momento, no actúes como si no hubiera pasado nada; explícale el asunto al dueño del coche, pide perdón y humildemente, pídele que te ayude con la reparación, prometiendo que le pagarás cuando te lo puedas permitir. Si el dueño dice que no te preocupes por el dinero, entonces eres libre.
Como Zaqueo en el versículo a memorizar de hoy, debemos entender y habitar por los principios de restitución.
Punto Clave: ¿Hay algo que el Espíritu Santo te recuerda una y otra vez que debes restituir? Hazlo de inmediato.