EL PODER DE LA FE
Memoriza; «Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.» Mateo 21:22
Lee: Mateo 21:18 – 22
Maldición de la higuera estéril
18 Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre.
19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.
20 Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?
21 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.
22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
BIBLIA EN UN AÑO: Romanos 14 – 16
MENSAJE
Hay un poder tremendo en la fe. En Marcos 9:23, Jesucristo mismo dijo;
«…Si puedes creer, al que cree todo le es posible.»
Cuando Jesús dice «Todas las cosas», Él realmente se refiere a todas las cosas. En Marcos 5:36, cuando le dijeron a Jairo que su hija había muerto, la Biblia dice,
«Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.»
Y antes de que acabara ese día, aquel que había muerto volvió a la vida.
En Mateo 15:21-28, una mujer vino a Jesús orando. Parecía que Dios ni siquiera estaba prestándola atención, pero al final del día, Jesús dijo «Mujer grande es tu fe». En otras palabras, Él estaba diciendo que incluso si Él no hubiera querido concederle su petición, Él lo hubiera hecho por causa de su gran fe. Hay tanto poder en la fe que a menudo Jesús le decía a la gente «Tu fe te ha hecho libre» y eran liberados. Así que no era tanto Su poder de sanidad lo que los sanaba, sino el poder de su fe en Dios.
Mi Padre en el Señor una vez fue ha realizar un avivamiento de nuestra iglesia en Ilorín, y el Espíritu de Dios le movió a decir «Si alguien aquí que está confiando en Dios por el fruto de su vientre, ve a comprar la ropa apropiada para el bebe que quieres, si es niño o es niña. Una mujer escuchó esto y decidió que iba a hacer eso exactamente. Cuando llegó a casa compró una cuna y ropa de niño para el bebe y lo puso todo de manera que todo el mundo lo pudiera ver. Muchas personas empezaron a reirse de ella, diciendo que se había vuelto loca por la desesperación por tener un hijo. Ella les ignoró, agarrándose a la palabra del hombre de Dios, y nueve meses después, cuando llego el niño, era su turno para reir. Quiero que hagas tu propio acto de fe ahora. Cualquier cosa por la que estés confiando en Dios, da el paso como si ya lo hubieras conseguido, como hizo esa mujer. Puesto que Dios tuvo la gracia de darme la unción de mi Padre en le Señor cuando él estaba dejando este mundo, clamó porque esa unción ahora obre sobre tu fe y haga que tus deseos se hagan realidad conforme a la voluntad de Dios, en el poderoso nombre de Jesús.
Punto Clave: La fe es tan poderosa que puede mover una montaña y echarla al mar.