Memoriza: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” Santiago 1:22
Lee: Santiago 1:21 – 25
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Corintios 5 – 8
MENSAJE
La vida, al igual que una moneda, tiene dos caras. O eres tacaño o generoso, orgulloso o humilde, trabajador o un vago. De la misma manera, o eres alguien que simplemente escucha la palabra de Dios o eres un hacedor de ella. Alguien que sólo escucha la palabra de Dios es aquel que la escucha con atención para después olvidarla y volver a hacer las cosas como las suele hacer. La persona quizás haya incluso decidido cambiar su manera de hacer las cosas mientras que está escuchando la enseñanza; sin embargo, no cambiará porque no hace un esfuerzo consciente para iniciar el proceso de cambio.
Con cada palabra que condena a tu corazón, debes de hacer el cambio de inmediato, o sino te convertirás en un mero oidor de la palabra. No empieces a analizarlo; simplemente haz el cambio. En el proceso de análisis, le darás al diablo la oportunidad de sugerirte porque no deberías de hacer ese cambio necesario. Si después de escuchar un sermón, te das cuenta de que necesitas arrepentirte por cometer adulterio, debes de romper esa relación maligna que te expone al pecado de inmediato. Si tardas en hacerlo, el diablo te dirá como de dolida se sentirá la persona, también te recordará los placeres pecaminosos que te estarás perdiendo. Al final del día, si entretienes esos pensamientos del diablo, acabarás volviendo al adulterio y acabarás en el infierno. Juan 15:14 dice;
“Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.”
Cuando escucho una palabra que toca mi corazón, actúo de inmediato sin vacilar. Cuando escuché que la música mundana invita a los espíritus del diablo al hogar, inmediatamente destruí todo lo que estaba relacionado con la música mundana en mi hogar. Ni siquiera miré ninguno de los casetes por miedo de ver uno o dos que pudieran hacerme reconsiderar mi decisión. Actué sobre la palabra de inmediato y fui a mejor después de todo.
Tu mente es un campo de batalla. Si le das al enemigo la oportunidad de reestructurar, puedes perder la batalla al final.
Punto Clave: El retrasarse puede ser peligroso cuando la palabra de Dios te condena, actúa sobre ella inmediatamente.