DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS – MARTES 3 DE NOVIEMBRE DE 2020 – ¿JUZGANDO EL PECADO O AL PECADOR?
Memoriza:”que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.” 2 Timoteo 4:2
Lee: Mateo 7:1 – 5
No juzguéis, para que no seáis juzgados.
2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
5 !!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
BIBLIA EN UN AÑO: Mateo 22, Marcos 12
MENSAJE
Como Cristianos debemos resistir la urgencia de tomar una posición precipitadamente tanto en problemas públicos como privados, sin hacer las averiguaciones apropiadas. Es muy fácil juzgar a otros, aún más ahora con la llegada de las redes sociales.
Aunque un sospechoso de crimen aún ha de ser declarado culpable por una corte competente, mucha gente habrá hecho ya sus conclusiones sobre la persona, especialmente si la apariencia del sospechoso le hace parecer un criminal. Las persona son especialmente buenas en hablar en contra de las cosas que encuentran ofensivas. Tristemente, su enfoque quizás esté más en la persona, en vez de en la acción.
En Mateo 7:1-5, Jesús nos advierte en contra de juzgar a otros de una forma hipócrita. No deberíamos de estar acostumbrados a criticar habitualmente cuando nosotros también necesitamos corrección. Solo los juicios de Dios son perfectos (Juan 8:15 – 16). No tengas prisa en condenar las acciones de alguien. Dios es paciente, pero Él no pasará por alto la desobediencia de nadie (Romanos 2:1- 5). No ataques a las personas, se un buen ejemplo para otros (Romanos 14:13).
Los creyentes no están para condenar a otros, sin embargo tampoco tienen que ignorar o condonar el pecado. Existe una diferencia entre el juicio en Mateo 7:2 -5 y el juicio justo que viene del discernimiento, Juan 7:24 dice;
“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.”
Si ves a otro creyente caer en pecado, debes confrontar a la persona de una forma respetuosa y con amor. En Mateo 18:15 – 17, Jesús nos enseña a juzgar el pecado y no al pecador.
El objetivo final de confrontar a un creyente que está reincidiendo es que la persona se arrepienta y permanezca en Cristo, así pues, cuando juzguemos el pecado, hagámoslo con mansedumbre y con el objetivo del arrepentimiento y la reconciliación. Esta es la voluntad de Dios (Gálatas 6:1).
Punto Clave: Juan 7:24: No juzgues conforma a la apariencia, más bien juzga justamente.