Escuela Dominical

ESCUELA DOMINICAL – DOMINGO 18 DE OCTUBRE DE 2020 – LECCIÓN 3: EL GRAN MANDAMIENTO: AMOR

ESCUELA DOMINICAL – DOMINGO 18 DE OCTUBRE DE 2020 – LECCIÓN 3: EL GRAN MANDAMIENTO: AMOR

VERSÍCULO A MEMORIZAR : “Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarían. Cantares 8:7

PASAJE BÍBLICO: Mateo 22:35 – 40

35 Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo:

36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?

37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

38 Este es el primero y grande mandamiento.

39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

INTRODUCCIÓN: La Biblia dice que “el amor es de Dios” y “Dios es amor” (1 Juan 4:7 – 8). En otras palabras, el amor es una característica fundamental de quien es Dios. Todo lo que Dios hace está impulsado e influenciado por Su amor (Juan 3:16). Nuestro Señor Jesucristo enfatizó esto al identificar los mandamientos de amar a Dios y la primera ley y principal, después de que Él declarara el mandamiento de amara a tu prójimo como la segunda ley más importante (Mateo 22:25 – 40). El Espíritu Santo arroja más luz en la conexión entre estos dos aspectos del amor (1 Juan 4:20).

En Cantares de Salomón 8:7, se describe el amor como inagotable y con más valor que todas las posesiones de una persona porque satisface como nada más puede hacerlo.

EL AMOR HACIA DIOS

La Biblia dice que nuestro amor por Dios está relacionado con el hecho de que Dios primeramente nos amó a nosotros (1 Juan 4:19). También está relacionado con nuestra obediencia a Él (1 Juan 5:3, Juan 14:15). El amor de Dios nos capacita para obedecerle libremente, sin la carga del pecado o del miedo al ser castigado (1 Juan 4:18).

Amar a Dios requieren conocerle y ese conocimiento empieza con Su palabra (1 Juan 2:5).

Amar a Dios es adorarle y alabarle sólo a Él (Éxodo 20:3).

Amar a Dios es hacerle nuestra prioridad (Marcos 12:30). Amar a Dios es desear estar con Él, anhelar Su justicia, Su palabra y Su gracia (Salmos 42:1). Amar a Dios es obedecerle (Juan 14:15, 23; 15:10; 1 Juan 5:3). Sin embargo, esto no es un asunto de simplemente seguir sus reglas y de ir sumando buenas acciones. Se trata de tener el amor de Dios escrito permanentemente en nuestros corazones (Deuteronomio 6:5).

EL AMOR HACIA LOS DEMÁS

Podemos expresar nuestro amor a Dios a través de aquellos que son creados a Su imagen – nuestros compañeros, humanos como nosotros (1 Juan 4:20; Marcos 12:31). El tipo de amor de Dios es aquel que da a aquellos que no lo merecen incluyendo nuestros enemigos (Romanos 5:8; Lucas 6:32 – 35). La biblia dice que debemos de amar a los demás de la misma manera que Dios nos ama a nosotros (1 Juan 4:7).

Hemos de amar a la familia de Dios (Romanos 12:10). A media que mostramos benevolencia y amor desinteresado, reflejamos el amor de Dios a un mundo perdido y que se está muriendo.

Una forma práctica de amar a otros es imaginarnos a nosotros mismos en sus zapatos (Lucas 6:31). Amar a otros no significa estar de acuerdo con toro lo que dicen o hacen, no significa actuar buscando siempre ganar su aprobación. Amar a nuestros vecinos significa atender a sus necesidades tanto físicas como espirituales (Lucas 10:29 – 37). Amamos a nuestro vecino porque sobreabundan en nuestras vidas el amor de Dios hacia nosotros y como forma de demostrar nuestro amor hacia Dios (1 Juan 4:7 – 12; Colosenses 4:5-6; 1 pedro 3:15 – 16).

CONCLUSIÓN: El amor hacia nuestro prójimo es la evidencia de nuestro amor hacia Dios. Que el amor de Dios llene nuestro corazón (Romanos 5:5).

PREGUNTAS:

  1. ¿Cómo deben expresar los creyentes su amor hacia Dios?
  2. Los creyentes tiene que amar a los demás. Explica esto.

TAREA: Menciona cinco maneras en las que los creyentes pueden demostrar su amor hacia Dios y hacia su prójimo.