ESCUELA DOMINICAL – DOMINGO 11 DE OCTUBRE DE 2020 – LECCIÓN 2: ELEMENTOS ESENCIALES EN LA ACCIÓN DE GRACIAS
VERSÍCULO A MEMORIZAR: “dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Efesios 5:20
PASAJE BÍBLICO: Salmos 105:1 – 7
Alabad a Jehová, invocad su nombre;
Dad a conocer sus obras en los pueblos.
2 Cantadle, cantadle salmos;
Hablad de todas sus maravillas.
3 Gloriaos en su santo nombre;
Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
4 Buscad a Jehová y su poder;
Buscad siempre su rostro.
5 Acordaos de las maravillas que él ha hecho,
De sus prodigios y de los juicios de su boca,
6 Oh vosotros, descendencia de Abraham su siervo,
Hijos de Jacob, sus escogidos.
7 El es Jehová nuestro Dios;
En toda la tierra están sus juicios.
INTRODUCCIÓN: Quizás las personas, quieran abreviar demasiado ignorando así los detalles, o están demasiado ocupadas para glorificar a Dios y darle gracias por Sus bendiciones (Salmos 103: 2). Normalmente, muchos creyentes se centran en lo que Dios no ha hecho en vez de en lo que Él ha hecho. Dar gracias es la marca mas distintiva de un verdadero creyente (1 Tesalonicenses 5:18). Por lo tanto, conociendo los elementos básicos de la acción de gracias es una necesidad para los Cristianos.
LA PERSPECTIVA CORRECTA
La acción de gracias es el acto de apreciación o el mostrar gratitud a alguien especialmente por las buenas obras. La Biblia nos manda a los creyentes dar gracias a Dios (Salmos 50:14; Filipenses 4:6). Esto es buen (Salmos 92:1) y complace a Dios sin importar las circunstancias o las condiciones (1 Tesalonicenses 5:18). El llamado a dar gracias está claramente expresado en la Biblia (1 Crónicas 16:8, Salmos 105:1, etc). Todo creyente debe apreciar lo que Dios está haciendo y declararlo en privado (Daniel 6:10) y también públicamente (Salmos 35:18).
Por lo tanto, la acción de gracias tiene que ser cultivada como un hábito (Colosenses 3:17).
Dar gracias a Dios nos mantiene en la perspectiva correcta de nuestra relación con Él (Salmos 30:4; 106:1). Cuando nuestros corazones están llenos de acción de gracias, mantenemos los pecados y las tentaciones de la codicia, el egoísmo, y la autosuficiencia alejados de nosotros (Romanos 7:23 – 25). A medida que damos gracias diariamente, se nos recuerdan todo lo que Dios nos ha dado y que todo lo que tenemos viene de Dios (Juan 3:27; Santiago 1:17). Debemos de darle gracias a Dios siempre por el regalo de Cristo (2 Corintios 9:15). Su poder y reino (Apocalipsis 11:17), y por la salvación de nuestras almas (Salmos 103:2 – 4). También tenemos que ser agradecidos, no solo por las cosas que nos gustan, sino también por las circunstancias que no nos gustan (1 Tesalonicenses 5:18). No le estamos dando gracias por las cosas malas, sino porque Él nos sostiene en medio de ella (Santiago 1:12- 13). No le estamos dando gracias por el daño que Él no ha causado, sino que le damos gracias cuando Él nos da la fuerza para soportarlo (1 Corintios 15:57; 2 Corintios 12:9). Debemos de darle gracias por Sus grandes promesas, sabiendo que todas las cosas obran para nuestro bien (Romanos 8:28). Cuando le damos a Dios nuestra acción de gracias de la manera que la Biblia nos dice que lo hagamos, desatamos autoridad sobrenatural sobre cualquier situación que estemos enfrentando (Romanos 8:37).
LA ACCIÓN DE GRACIAS ACEPTABLE
Para dar una acción de gracias aceptable, debemos de presentarnos como sacrificio vivo delante de Dios (Romanos 12:1 -2). En otras palabras, Dios debe de aceptarnos a nosotros antes de que Él pueda aceptar nuestra acción de gracias (Génesis 4:3 – 5). Esto implica que solo los verdaderos hijos de Dios (Juan 1:12, Romanos 8:1) con manos limpias y mentes/conciencias puras pueden dar una acción de gracias aceptable para Dios (Salmos 24:3 -5). Debemos por lo tanto, vivir dignamente (Salmos 15:1 – 5), creer en Dios por quien es y lo que hace con la seguridad en nuestros corazones de que Él hará cosas aún más grandes (Salmos 107:8; Hebreos 11:6; Efesios 5:20).
Cualquiera que tenga un corazón agradecido no debe ser obligado a dar gracias (2 Corintios 9:7). Más bien, la acción de gracias debe de fluir desde su interior hacia el exterior (Salmos 95:2; 100:4).
CONCLUSIÓN: No debemos de dar gracias únicamente cuando se nos dice que lo hagamos, sino que debemos de dar gracias diariamente y con una actitud de agradecimiento constante (Salmos 119:164).
PREGUNTAS:
- ¿Cuál es la perspectiva correcta para dar gracias?
- ¿Qué hace a la acción de gracias de los creyentes, aceptable ante Dios?
TAREA: Menciona cinco áreas de la vida en las que se anima a los creyentes a dar gracias.