DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS – VIERNES 9 DE OCTUBRE DE 2020 – EL CIELO SE REGOCIJA
Memoriza: “Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” Lucas 15:7
Lee: Lucas 15: 1 -32
15 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle,
2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:
4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Parábola de la moneda perdida
8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?
9 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido.
10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
Parábola del hijo pródigo
11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos;
12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.
15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.
16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
17 Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.
28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.
30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.
BIBLIA EN UN AÑO: Mateo 5 – 7
MENSAJE
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,” Hebreos 12:1
Hebreos 12:1 dice que estamos rodeados por una nube de testigos . Esto significa que los ejércitos del Cielo están constantemente observándonos y a nuestras acciones en la tierra. Es una pena que cuando ellos miran hacia abajo, la mayoría de las cosas que ven son pecado.
Si, de vez en cuando, estas nubes de testigos ven a una o dos personas que rinden sus vidas para Cristo y todo el Cielo se llena de gozo por esas personas. Por eso yo utilizo toda oportunidad que se presenta para ganar almas para Cristo; quiero que el Cielo se regocije siempre. ¿Y tú? ¿Cuándo fue la última vez que el Cielo se regocijó porque trajiste a alguien a Cristo?
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.” Juan 15:16
La declaración que Jesús hizo en el texto anterior es muy lógica. Primero, Dios ama a aquellos que ganan almas – así que cualquier cosa que éstos pidan, Él se les dará. Imagina si alguien que siempre te hace feliz viene con una petición. Incluso si el cabeza de familia quiere decir que no, todos los demás hablarán en nombre de esa persona y dirán “Padre, no podemos decir que no a la petición de esta persona, es especial para nosotros en esta familia” Esto es lo que sucede cuando un ganador de almas ora. Todo el Cielo cooperará para asegurarse de que la oración es contestada porque esa persona está constantemente haciendo que el Cielo se regocije.
Cuando nos reunimos todos los hermanos juntos, el Cielo no se regocija por el buen sermón, la música, la comunión o las ofrendas, sino por las almas ganadas. El Cielo preguntará “¿Alguno ha sido salvo?.
Si eres salvo comparte el evangelio para salvar a otros. Si aún no te has rendido todo tu ser para Cristo, hazlo ahora y habrá gran regocijo en el Cielo por ti.
Llamada a la Acción: Háblale a alguien sobre Jesús hoy y haz de esto un hábito diario.