DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS – LUNES 5 DE OCTUBRE DE 2020 – ¿PUEDE DIOS CAMBIAR DE IDEA? (I)
Memoriza: “Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.” Éxodo 32:14
Lee: Éxodo 32:10 – 20
10 Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande.
11 Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?
12 ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo.
13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre.
14 Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.
15 Y volvió Moisés y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas.
16 Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.
17 Cuando oyó Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento.
18 Y él respondió: No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo.
19 Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.
20 Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel.
BIBLIA EN UN AÑO: Juan 2 – 4
MENSAJE
Cualquier persona que tiene a Dios en contra suya ya está condenada. Sin embargo, tengo buenas noticias para ti: Dios puede cambiar de parecer si se dan las condiciones necesarias para que Él lo haga.
En la lectura Bíblica de hoy, Dios estaba preparado para destruir a los israelitas y empezar una nueva generación, pero Moisés tuvo éxito en su apelación. ¿Qué había en la súplica de Moisés que hizo que Dios cambiara de parecer?.
Primeramente, Moisés suplicaba desde la montaña. Él tenía una relación especial con Dios. Él estaba más cerca de Dios que el resto; él era un favorito. Si has provocado la ira de Dios a través del pecado, tienes más posibilidades de obtener Su misericordia si consigues a alguien como Moisés – con un nivel de unción más alto, para suplicar en tu nombre.
En segundo lugar, Moisés no fue egoísta en su súplica. Él era siempre muy particular en cuanto al nombre y la reputación de Dios. Cuando pones Su interés primero, él escucha. Moisés dijo:
“¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo.” Éxodo 32:12
Finalmente, Moisés se aseguró de que el pueblo se arrepintiera y renunciara a sus pecados. Dios no puede ser engañado. Después del perdón, no puedes seguir haciendo aquello que provocó Su ira sobre ti en primer lugar.
A los líderes Cristianos, si algún miembro de tu rebaño se descarrila, suplica a Dios por esa persona. Si la persona cambia, puedes disciplinarla antes de que Dios lo haga. Dios siguió castigando a los israelitas por causa de sus transgresiones, a pesar de que no les eliminó. Por eso los obreros que erran o pecan en la iglesia a veces son suspendidos – no queremos que Dios mismo ejecute Su castigo. El castigo del hombre no puede ser tan temible como la ira de Dios. Es cierto que la paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23), pero Dios no quiere la muerte de un pecador (Ezequiel 18:23). Si confiesas tus pecados, arrepiéntete y renuncia a ellos, Dios es fiel y justo para perdonarte y ahorrarte Su ira. De hecho, él no rechazará un corazón quebrantado y arrepentido (Salmos 51;17).
Llamada a la Acción: Si sabes que has provocado la ira de Dios sobre tu vida, confiésalo a una autoridad espiritual que esté por encima de ti, que está más cerca de Dios, pidiéndole a la persona que interceda por ti.