Devocional Cielos Abiertos

DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS – MIÉRCOLES 9 DE SEPTIEMBRE DE 2020 – COMPAÑÍA PARA EL QUE ESTÁ SOLO (PARTE 2)

DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS – MIÉRCOLES 9 DE SEPTIEMBRE DE 2020 – COMPAÑÍA PARA EL QUE ESTÁ SOLO (PARTE 2)

Memoriza:No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” Gálatas 6:9

Lee: 1 Samuel 16:18 – 19

18 Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él.

19 Y Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas.

BIBLIA EN UN AÑO: Ezequiel 42 – 43

MENSAJE

Ya establecimos ayer que tu tiempo de soledad pronto se acabará. Hoy, quiero que analicemos en profundidad la mayor preocupación de David cuando estaba solo con las ovejas. Esta gran preocupación también es lo que atrajo la unción que rompió el yugo de soledad en su vida. 1 Samuel 16:18 – 19 nos da un informe detallado sobre David en el tiempo en el que estaba con las ovejas.

“Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él. Y Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas.”

La habilidad de David para tocar el arpa fue atestiguada por uno de los siervos del Rey Saúl que había sido testigo cuando David tocaba el arpa mientras estaba a solas con las ovejas. El sirviente pudo atestiguar que de hecho Dios estaba con David, así que en realidad nunca estuvo solo. Cuando solía conducir yo mismo, muchas veces me ponía a alabar al Señor de tal manera que Su presencia inundaba el coche y no podía concentrarme en conducir. Tenía que aparcar en un lado de la carretera por un momento. Ahora, me paso horas andando solo en medio e la noche, alabando a Dios. A veces me voy dentro del bosque porque no quiero molestar a nadie pero nunca me siento solo en esos momentos. Hoy, tengo tanta gente a mi alrededor que sería difícil para mi estar solo en cualquier parte del mundo.

La presencia de Dios es la mejor compañía que puedas querer nunca. Si pasas tus días solitarios alabando a Dios, haciendo Su voluntad y empapándote en Su presencia, pronto, él te ungira y te sacará del lugar de soldedad y te convertirás en alguien con quien todo el mundo deseará pasar tiempo.

Punto Clave: Empápate constantemente en la prsencia del Señor. Muy pronto, todo el mundo querrá pasar tiempo contigo.