DEVOCIONAL CIELOS ABIERTOS – DOMINGO 16 DE AGOSTO DE 2020 – CÉNTRATE EN LA ETERNIDAD
Memoriza: “Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.“ Lucas 10:20
Lee: Lucas 10: 17 – 22
Regreso de los setenta
17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
Jesús se regocija
21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.
22 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
BIBLIA EN UN AÑO: Jeremías 35 – 37
MENSAJE
Jesús, sabiendo que a Sus discípulos se les daría poder con autoridad sobre los demonios, les advirtió de que no cayeran en la tentación de glorificarse en us habilidades, y que más bien se regocijaran porque sus nombres estaban escritos en los cielos. (Lucas 10:20).
Nosotros también tendemos a olvidar lo verdaderamente importante. El cielo ha sido construido y decorado para nosotros – el pueblo de Dios. Será difícil caer en las mentiras de Satanás cuando tu mente está lena de pensamientos sobre la eternidad. ¿Cómo puede el diablo ganar ninguna batalla en contra de un ejército marchando hacia su recompensa en la otra vida. Es sorprendente lo rápido que cambia tu perspectiva cuando tu corazón y tu mente están centrados en la eternidad.
Jesús dirigió a Sus discípulos hacia una perspectiva eternal cuando volvieron de un viaje ministerial exitoso. Mientras que compartían su júbilo, Él sin embargo, intencionadamente destaco que aun con lo maravillosos que eran sus testimonios, ellos tenían que regocijarse incluso más de que sus nombres estaban escritos en los cielos. Qué gran lección para aquellos populares conferenciantes y hacedores de milagros, evangelistas y pastores.
“Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras…Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” Apocalipsis 20:12, 15
Amado, Dios nos está diciendo hoy que en cualquier cosa que hagamos, debemos asegurarnos de que nuestros nombres están escritos en el libro de la vida. Hacer esto es simple: Entrega tu vida a Jesucristo en verdadero arrepentimiento de tus pecados. Y si has dado tu vida a Jesús, deja que Él obre. Solo entonces puedes estar seguro de que tu nombre está debidamente registrado en el cielo.