Escuela Dominical

ESCUELA DOMINICAL – DOMINGO 28 DE JUNIO 2020 – LECCIÓN 37 – CONTROLANDO LA IRA (PARTE 2)

ESCUELA DOMINICAL – DOMINGO 28 DE JUNIO 2020 – LECCIÓN 37 – CONTROLANDO LA IRA (PARTE 2)

VERSÍCULO A MEMORIZAR: “Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.” Salmos 37:8

PASAJE BÍBLICO: Números 20: 8 – 12

8 Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias.

9 Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó.

10 Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: !!Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?

11 Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.

12 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.”

INTRODUCCIÓN: Es importante re-enfatizar que el enfado es una emoción válida y no siempre es pecaminoso. Dios permite el “enfado justificado” que es el enfado con un propósito apropiado, la motivación apropiada, el control apropiado, la duración apropiada y el resultado apropiado. Nuestro problema es que nuestro temperamento es a menudo motivado por el egoísmo y dirigido hacia otras personas en vez de al pecado (Efesios 4:31). Manejar la ira es una habilidad vital importante. Afortunadamente, la palabra de Dios contiene principios en cuanto a cómo manejar la ira de una forma que agrada a Dios, y como vencer la ira que es pecaminosa.

CAUSAS Y PELIGROS

Se dice que la ira es un signo de advertencia. Nos alerta de aquellos tiempos en los que otros están atentando o han violado las barreras:

Algunas de las causas de peligro son malentendidos en las relaciones (Génesis 13:7 – 8, 1 Samuel 20:30), orgullo (Esther 3:5), frustración/ presión por el trabajo (Números 20:10), palabras agraviosas (Proverbios 15:1), sentir que hemos sido engañados (2 Reyes 6:28 – 29; Lucas 15:25 – 28). La injusticia (Mateo 18:32 – 34), abuso (2 Samuel 13:14, 16, 22). Otros pueden incluir: memoria de una experiencia traumática, infidelidad, estrés, problemas financieros, una situación social de pobreza, etc.

CÓMO MANEJAR LA IRA DE UNA MANERA BÍBLICA

Manejar la ira empieza con reconocer y admitir tu error de la manera en la que se expresa (Proverbios 28:13, 1 Juan 1:9). La ira se maneja bien cuando la vemos como una prueba de fe (Santiago 1:2 – 4, Génesis 50:20).

Recordando que Dios es un juez justo y Él siempre puede defendernos es otra forma de manejar nuestra ira (Génesis 50:19, Romanos 12:19). También, aprender a devolver bien por mal ayuda a los creyentes a vencer la ira (Génesis 50:21, Romanos 12:21). La comunicación resuelve problemas especialmente los que están relacionados con la ira (Proverbios 15:21, Efesios 4:15; 4:25 – 25, 29 – 32). A veces podemos manejar la ira tácticamente poniendo límites (Mateo 7:6).

A veces nuestra ira nos hace reconocer que ciertas personas no son seguras para nuestras vidas. Aún así podemos perdonarlas, pero quizás elijamos no volver a entrar en la relación.

Vencer la ira no se consigue de la noche a la mañana. Sin embargo, a través de oraciones, estudiar la Biblia, y confiar en el Espíritu santo de Dios, la ira que no es de Dios puede ser vencida. Debemos de lidiar con la ira y su raíz rápidamente y entonces debe de ser alejada de nuestras vidas rápidamente. Siempre persigue la paz con todas las personas (Romanos 12:18, Hebreos 12:14). Debemos luchar por que nuestra ira dure poco y perdonar a aquellos que necesitan ser perdonados a tiempo antes de que el sol se ponga (Marcos 11:25). Con el Espíritu Santo en nuestras vidas, mostraremos el fruto de Su obra en nosotros. Algunos de los componentes del fruto del Espíritu son paz, paciencia, y autocontrol (Gálatas 5:22 – 23). Estos son esenciales para controlar la tendencia a perder el temperamento.

CONCLUSIÓN: Debemos de actuar para resolver nuestra parte del problema (Romanos 12:18). No podemos controlar como otros actúan o responden pero podemos hacer los cambios que se necesitan por nuestra parte.

PREGUNTAS:

  1. Menciona algunas causas de ira y los daños que provoca.
  2. ¿Cómo puede un creyente manejar la ira de una manera bíblica?

TAREA: Identifica cinco cosas que pueden provocar tu ira rápidamente y clama a Dios para que te ayuda a vencerlos.