Memoriza: “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.” Romanos 9:16
Lee: Salmos 127: 1-5
“Si Jehová no edificare la casa,
En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad,
En vano vela la guardia.
2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,
Y que comáis pan de dolores;
Pues que a su amado dará Dios el sueño.
3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.
4 Como saetas en mano del valiente,
Así son los hijos habidos en la juventud.
5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;
No será avergonzado
Cuando hablare con los enemigos en la puerta.”
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 22, 2 Crónicas 18
MENSAJE
Muchas personas piensan que puede tener éxito con sus propias fuerzas pero esto siempre conduce al fracaso en las cosas que persiguen en la vida. Nuestra lectura Bíblica de hoy nos está pasando una verdad eterna, que Dios es el secreto de nuestra prosperidad.
“Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. ” Deuteronomio 8:18
Estudiando las vidas de los héroes Bíblicos, puedes encontrar algunas fragilidades humanas en cada uno, como el “perfecto” Noé que se emborrachó hasta el punto de poner una maldición sobre su propio hijo.
Nuestro Señor Jesucristo dijo en Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
También está escrito que el Espíritu Santo nos asigna y nos da poder para realizar algunas tareas específicas (1 Corintios 12:6).
Sin embargo, no debemos de ser perezosos bajo la guisa de que es Dios quien obrará a través de nosotros. Si bien es cierto que Él obra a través de nosotros, debemos de ser diligentes y estar obsesionados con ganar almas a toda costa. El Espíritu Santo coronó los esfuerzos de Pablo con éxito concediéndole habilidades divinas pero también debemos de tener en cuenta que él fue muy diligente y estaba obsesionado con ganar almas. La diligencia encapsula la ejecución de nuestras tareas con cuidado, consciencia, vigor y en el momento adecuado. La obsesión es una devoción excesiva por alguien o algo, hasta el punto de una pérdida personal, daño o muerte. La obsesión hizo a Pablo ir tan lejos como fue, enseñando a sus hijos en el Señor a hacer lo mismo. A Timoteo le escribió:
“que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. ” 2 Timoteo 4:2
Oro porque el Dios Todopoderoso te conceda la habilidad de lograr Su propósito para tu vida en el incomparable nombre de Jesús.
Punto de Oración: Padre, por favor dame la habilidad para todo lo que tú requieras de mi en el poderoso nombre de Jesús.